
AGENCIA
Puebla, Pue.- El gobernador de Puebla, Alejandro Armenta Mier, lanzó una advertencia pública al Grupo Proyecta, empresa dedicada al desarrollo inmobiliario, al exigir la donación de dos hectáreas para la construcción de viviendas destinadas a policías estatales. De no cumplirse la solicitud, advirtió que iniciará un proceso de expropiación de cuatro hectáreas.
Durante una conferencia de prensa, el mandatario estatal hizo un llamado directo a la empresa -propiedad de la familia Posada Coeto- para ceder el terreno al gobierno poblano. “Han tenido mucha riqueza, se han beneficiado mucho. Ya es hora de que le den algo a Puebla”, declaró Armenta.
La zona donde se pretenden edificar las viviendas se encuentra presuntamente ubicada en Cholula, al sur de la capital del estado. El gobernador informó que la empresa contará con 30 días para designar el predio que será donado. En caso de no hacerlo, el gobierno iniciará el procedimiento de expropiación.
“Les vamos a dar 30 días para que nos digan en qué polígono. Si en 30 días no nos dan dos hectáreas, vamos a iniciar un proceso de expropiación para cuatro hectáreas. Es un asunto de justicia, no de represión”, sostuvo el gobernador, asegurando que la solicitud se hacía con “cariño y respeto”.
En días recientes, algunos medios de comunicación aseguraron que Grupo México, empresa del magnate Germán Larrea, habría adquirido a Grupo Proyecta. Sin embargo, la compañía minera desmintió dicha versión a través de una declaración enviada a Latinus, aclarando que no existe ninguna transacción entre ambas firmas.
La postura del mandatario ha generado polémica, al ser considerada por algunos sectores como una presión directa hacia el sector privado, aunque Armenta insiste en que se trata de una medida con fines sociales.
Grupo Proyecta es un claro ejemplo de cómo una iniciativa privada hace bien un proyecto urbano bien planeado. Esto es extorsión en su estado más puro.
Esto hace recordar los tiempos de los Ávila Camacho. Si les gustaba una doñita ajena, también la expropiaban. ¡Cuidado! Estás prácticas son de antaño.
Eso es lo que pasa cuando el gobierno normaliza la impunidad, el desacato, la mentira, la traición, el robo y el “no me vengan con que la ley es la ley”.
