Recientes aperturas de archivos del Papa Pío XII han proporcionado nueva información sobre dos temas polémicos de la historia del Vaticano: su aparente silencio durante el Holocausto y el escándalo en torno al fundador de los Legionarios de Cristo, el reverendo Marcial Maciel.
Los documentos, que abarcan el periodo de 1939 a 1958, muestran que la Santa Sede recibió abundante información sobre la dudosa moralidad, el uso de drogas, la imprudencia financiera y el abuso sexual perpetrado por Maciel contra sus jóvenes seminaristas. A pesar de estas evidencias, el Vaticano tardó más de medio siglo en sancionar a Maciel y en reconocer plenamente la magnitud de sus crímenes.
La apertura de estos archivos ha revelado que, en 1956, el Vaticano bajo el papado de Pío XII ya estaba tomando medidas enérgicas contra Maciel y estaba dispuesto a tomar aún más, incluyendo su posible expulsión del ministerio sacerdotal. Sin embargo, la muerte de Pío XII en 1958 permitió a los partidarios de Maciel aprovechar el vacío de liderazgo para proteger su nombre y su orden religiosa.
En 2012, víctimas mexicanas de Maciel publicaron en internet más de 200 documentos que cubrían desde la década de 1940 hasta 2002, demostrando cómo altos jerarcas de la iglesia hicieron la vista gorda ante las depravaciones de Maciel durante décadas. Los nuevos documentos del Vaticano ahora complementan esa información, detallando quiénes en la iglesia buscaron proteger a Maciel y quiénes intentaron imponer sanciones más severas.
Estos documentos son significativos porque muestran que, en 1956, algunos funcionarios del Vaticano tomaron en serio los informes sobre el abuso sexual de Maciel y querían proteger a los seminaristas, proponiendo una de las penas más duras de la iglesia. No obstante, fue hasta 2006 que el Vaticano finalmente condenó a Maciel a una sentencia relativamente leve de “una vida de penitencia y oración” por sus crímenes.
La apertura de estos archivos no solo añade detalles cruciales a una historia ya conocida, sino que también resalta la compleja y, a menudo, oscura política interna del Vaticano durante una de las épocas más turbulentas del siglo XX.
