Calcahualco.- “Sólo me encomendé a Dios y grité Madre Santísima ayúdanos”, dijo Paula, una de las madres de familia que se quedaron en la calles luego del desgajamiento de un cerro en la comunidad de Xolomichi que dejó seis personas muertas, ranchería enclavada en la sierra de Veracruz y que este viernes junto con sus vecinas recibieron la ayuda humanitaria de EL BUEN TONO que recolecto con ciudadanos comprometidos.
Con alegría, las mujeres y sus hijos salieron al paso de la caravana para recibir ropa, despensas y juguetes que muchos niños enviaron a los infantes que hoy viven una tragedia a causa del reblandecimiento de la tierra.
Sentados en un árbol de Isquelite que mide más de 20 metros de alto y pesa no menos de una tonelada, derribado por la corriente de tierra y agua, los menores leyeron cartas enviadas por otros pequeños, que compartieron sus juguetes, ropa y zapatos.
Mientras que las mujeres que permanecen en casa de algunos vecinos, esperaban pacientes a sus maridos que salieron a trabajar al campo, con la mirada perdida donde alguna vez tuvieron sus viviendas y hoy están sepultadas entre toneladas de lodo, láminas y escombros que dejó la tragedia, con la promesa de ser reubicadas.
“Eran las 02:30 de la madrugada y se comenzó a escuchar un ruido muy feo, en eso oímos que algo tronó muy duro y de momento todo se vino sobre la casa, era el árbol y toda la tierra con agua, dije ¡Madre Santísima!, me encomendé a Dios y corrimos a sacar nuestra mazorca, mientras paramos a los chiquillos y les dijimos: ¡Corran con los vecinos de allá abajo!”, expresó Paula mientras se agarraba la cara recordando ese difícil momento y agradeciendo a Dios por estar viva.
Sin embargo, sus bienes, junto con los de su vecina Emelia e Irma, ya habían sido arrastrados por el agua, al igual que una casa en el ejido 3 de Mayo, donde fallecieron seis personas de una familia.
Todas estas personas, recibieron por parte de la sociedad civil, despensas, ropa, comida enlatada, juguetes, zapatos y otros utencilios que les servirán para restablecer sus viviendas, en tanto las autoridades se comprometieron a brindarles un nuevo espacio para vivir, por lo que la zona del derrumbe quedará prácticamente desaparecida.