Ing. José Roberto Montalvo Intriago / COLABORACIÓN
Ya que estamos en temas políticos y vienen tiempos interesantes en la política del Estado y del País, miren hay un tema donde muchos están de acuerdo y otros no, y aquellos que no lo están no lo han analizando como lo analizaremos a continuación, me refiero a anular el voto.
Primero que nada, cuando vas a anular el voto en alguna elección eso también es votar, ya que estás haciendo acto de presencia y ejerciendo un derecho constitucional, y lo vas a anular por la sencilla razón de que ningún candidato es de tu agrado o ningún candidato es honorable, partiendo de ahí definitivamente es bueno ANULAR EL VOTO, por que ninguno de los candidatos llena nuestras expectativas.
Muchos dicen: hay que votar por el “menos malo”, eso es un pensamiento retrógrada y de poca inteligencia, ¿prefieren votar por el menos malo? Si lo hacen quiere decir que siempre habrá un gobernante mediocre gobernándonos.
Otros dicen: si anulas tu voto, ese voto se lo dan al PRI, pensamiento tan más ignorante, con todo respeto; más adelante les explico y me entenderán, el PRI, el PAN, el PRD o Morena, tienen su voto duro, aquellos que siempre van a votar por sus partidos pase lo que pase, llueve, truene o relampaguee, así les pongas al mismo asesino serial de candidato o al Papa Francisco, esas personas son enemigos de su propio pueblo porque no analizan a conciencia al candidato que postuló su partido y sólo votan por ser el partido y no por la persona.
Vamos al tema central y de interés ¿ANULAR El VOTO sirve? Sí amigos y amigas, sí sirve y mucho, las elecciones se ganan con estrategia, los partidos políticos no son tontos y saben que las estadísticas son muy poderosas, vean por qué es un ejemplo muy cercano a la realidad:
Una elección la gana un candidato con un 15 por ciento de votos y el resto, el 85 por ciento, se divide en los demás partidos, en los votos nulos y en la gente que no votó, supongamos que hay 4 partidos: el rojo con 15 por ciento, el azul obtuvo el 10 por ciento, el naranja 10 por ciento, el verde 5 por ciento, va el 40 por ciento de votos, y votos nulos sean el 20 por ciento y el 40 por ciento que no votó.
Bueno analicen bien los porcentajes, antes que nada quiero enfatizar algo, aquellos que anulan el voto es porque no están de acuerdo o no les convence los candidatos, ya sea porque son malos, mafiosos, rateros, dan mal ejemplo, etc. Bueno imaginen que en las próximas elecciones no hay un candidato “Honorable” que valga la pena, ¿qué harían? Yo anularía mi voto, para que en las estadísticas el porcentaje de votos nulos creciera, ya no un 20 por ciento, sino un 30 o más, y el que gana lo haría por un 10 o 15 por ciento… ¿qué va a pasar? Vamos a mandar un mensaje a los partidos políticos diciéndoles que sus candidatos son una basura y no sirven, no son personajes que valgan la pena, y vamos a obligar a los partidos a poner a candidatos realmente buenos y con trayectoria intachable; ¿qué va a pasar? Que los partidos van a decir: “a caray, hay un 30 por ciento de personas que votaron por nadie, más un 40 que no lo hizo, tenemos que poner a un candidato limpio y reconocido”, si es así, en las elecciones subsecuentes vamos a obligar a los partidos políticos a poner gente de bien, entonces la sociedad al ver que hay candidatos honorables se van a volcar a votar por el mejor y ya no por el menos malo.
En realidad sí sirve, la política es estadística, y entonces lo mejor es que ese 15 por ciento que le dio el gane a cierto candidato se volverá minoría contra el 30 por ciento de personas que anularon su voto, porque sencillamente no había nadie por el que valiera la pena votar.
Desde acá mando un mensaje a los partidos políticos: pongan a gente bien, a candidatos preparados, con trayectoria, con pasado limpio y verán que se ganarán el cariño, la confianza y el voto de aquellas personas que anulan y de aquellas que ni siquiera votan porque piensan que es lo mismo y que no vale la pena ni siquiera ir a la urna, ustedes partidos políticos tienen la obligación de poner candidatos a la altura de su pueblo, que tengan amor a su pueblo y no a su cartera.
La meta hoy en día es ganar la confianza de los que no votan y de los que anulan el voto, ganándola con candidatos de excelencia y no más de lo mismo. Porque votar por el menos malo es seguir votando por la mediocridad.
Vuelvo a preguntar ¿Sirve anular el voto?… o prefieren al menos malo… ojo, ¡Mucho ojo!
Atte: Beto El Analista Político… y algún día Alcalde de Tezonapa…
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