Moscú.- La tenista rusa Anna Chakvetadze fue otra de las que no cumplió con sus expectativas dentro del deporte blanco, llegando a estar entre las mejores cinco tenistas del mundo. Hoy está muy lejos de aquel gran rendimiento que había alcanzado cuando había pegado el salto directamente de las juniors al circuito profesional.
La “Princesita” como también se le conoce ha encontrado cabida en las pasarelas y en revistas para caballeros luciendo un escultural cuerpo.