Agencias
Veracruz.- En Poza Rica, Veracruz, colectivos de derechos humanos han denunciado la presunta privación ilegal de la libertad de Valeria Hernández Guzmán, una joven de 22 años embarazada. Según los activistas, Valeria fue ingresada contra su voluntad al centro de rehabilitación “Un nuevo comienzo” bajo el argumento de que tiene problemas de alcoholismo, una acusación que quienes la conocen rechazan categóricamente.
Valeria, una destacada estudiante de la Universidad del Golfo de México (UGM) Norte y trabajadora de confianza en Walmart, recibió un diploma por sus buenas calificaciones hace unos meses. Sus conocidos aseguran que no consume alcohol ni otras sustancias y que sus problemas comenzaron debido a la desaprobación de su madre y padrastro, quienes practican la religión adventista, sobre su relación amorosa. Se presume que la joven fue internada en el anexo debido a su deseo de casarse y su embarazo, situación que sus familiares no aceptan y por la cual también han sido acusados de violencia física.
La situación ha generado una ola de protestas en redes sociales y en las calles. Activistas y colectivos, como la fundación Casa de las Mariposas, se han manifestado frente al anexo y han criticado la actuación de las autoridades locales y del Instituto Municipal de las Mujeres (IMM), acusándolas de complicidad en la privación ilegal de la libertad de Valeria. Los defensores de derechos humanos exigen su liberación inmediata, argumentando que Valeria es una persona autónoma que trabaja y estudia para mantenerse, y que la acusación de alcoholismo es infundada y una excusa para controlarla.