AGENCIA
Ciudad de México.- Andrés Manuel López Beltrán, hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador, ha mantenido un perfil bajo a lo largo de su vida, pero a sus 38 años ha comenzado a cobrar relevancia en la esfera política. Recientemente, ha mostrado interés en convertirse en Secretario General de Morena, el partido que llevó a su padre a la presidencia.
López Beltrán estudió Ciencias Políticas y Administración Pública en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y obtuvo una maestría en Administración Pública por la Universidad de Harvard. Su formación académica y su participación en diversos proyectos políticos lo han posicionado como un serio contendiente para ocupar este importante cargo dentro de Morena.
Aunque no ha ocupado cargos públicos de alto perfil, López Beltrán ha sido una figura clave en movimientos políticos importantes. Como Coordinador de Morena en la Ciudad de México, contribuyó a consolidar la estructura del partido a nivel local y jugó un papel crucial en las manifestaciones contra la reforma energética de Enrique Peña Nieto. Sin embargo, su participación en proyectos del gobierno federal ha generado preguntas sobre el alcance real de su influencia y su relación con contratos gubernamentales.
A lo largo de su carrera, López Beltrán ha enfrentado críticas por supuestas prácticas de nepotismo y su estilo de vida, considerado contradictorio a las políticas de austeridad promovidas por su padre y Morena. También ha sido señalado por su relación con empresas que han recibido contratos gubernamentales, lo que ha provocado acusaciones de favoritismo. Pese a estas controversias, López Beltrán ha defendido que sus acciones son legales y que, como cualquier ciudadano, tiene derecho a participar en la política.
Claudia Sheinbaum, presidenta electa, ha salido en su defensa, afirmando que López Beltrán tiene derecho a postularse para la Secretaría General de Morena, al igual que cualquier otro miembro del partido. Sheinbaum destacó que el Congreso de Morena será el encargado de decidir quién ocupará el puesto y subrayó que su apoyo a López Beltrán no implica favoritismo.
Con su candidatura, Andrés Manuel López Beltrán se ha colocado en el centro de la atención política en México. Aunque enfrenta críticas y controversias, su preparación y experiencia en Morena lo posicionan como un actor clave para el futuro del partido.
Sabiendo que todo lo que prometió y ha dicho AMLO resulta al revés, no es sorpresa que siempre sí participe su hijo en la política, más si tiene que cuidar sus intereses económicos y corruptelas.
“Andy” será el candidato a presidente en 2030, ¡Uy que sorpresa!
Así como criticaban a Calderón por tratar de buscar la “reelección” con la candidatura de su esposa, también pensemos que AMLO busca lo mismo si su hijo se lanza para el 2030.