En el 55º aniversario de la trágica matanza del 2 de octubre en México, el presidente Andrés Manuel López Obrador emitió una defensa del papel del Ejército mexicano durante esos eventos, cuando tuvieron un rol fundamental en la represión de cientos de estudiantes.
López Obrador argumentó que en momentos críticos como la masacre de 1968 en Tlatelolco, el Ejército actuó bajo órdenes del comandante supremo de las Fuerzas Armadas, en ese entonces el presidente Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970). El mandatario señaló que los militares no actúan de esta manera en todos los casos, sino en situaciones excepcionales como esta, siguiendo órdenes superiores.
El presidente también justificó que, en el contexto de la represión estudiantil, los responsables directos fueron miembros del Estado Mayor Presidencial, un órgano técnico militar encargado de proteger al presidente de la República, que él mismo desmanteló posteriormente.
La Masacre de Tlatelolco, como se conoce, resultó en la muerte de más de 300 estudiantes a manos del Ejército y el grupo paramilitar Batallón Olimpia, ocurriendo tan solo 10 días antes de los Juegos Olímpicos de 1968.
López Obrador destacó que en la actualidad, México cuenta con un Ejército leal, especialmente al pueblo y a las instituciones, y enumeró cinco misiones que desempeñan las Fuerzas Armadas, incluyendo la seguridad nacional y la interior, así como el apoyo a la Guardia Nacional.
El presidente también resaltó la contribución del Ejército en áreas sociales, como la distribución y aplicación de vacunas durante la pandemia de COVID-19, y su participación en proyectos de infraestructura emblemáticos como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, el nuevo aeropuerto de Tulum y el Tren Maya, que calificó como la obra más grande en construcción en el mundo. Además, mencionó el plan DN-III, que se activa en situaciones de desastres naturales como inundaciones y terremotos.
López Obrador enfatizó que esto no representa una militarización del país, ya que la academia militar imparte educación sobre derechos humanos y el uso adecuado de la fuerza para prevenir la represión. Por último, instó a no manchar el nombre de la institución militar por errores individuales y aseguró que quienes cometan errores son castigados de manera justa.