AGENCIA
Nacional.- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, declaró este viernes que su hijo Gonzalo “Bobby” López Beltrán no trabajará en el gobierno y se dedicará a gestionar la fábrica de chocolates que posee junto a su hermano Andrés. Esta declaración surge tras la visita de Gonzalo a Claudia Sheinbaum en su casa de transición.
“Gonzalo ha ayudado como honorífico en el Tren Interoceánico, pero no cobra y no va a trabajar en el gobierno. Cuando me dijo eso, me sentí contentísimo. Se va a hacer cargo de la fábrica de chocolates, que tiene en sociedad con Andrés”, afirmó el mandatario al ser consultado sobre la reciente visita de su hijo a la virtual presidenta electa.
AMLO aprovechó para destacar la integridad de sus cuatro hijos, afirmando que “son honestos, no son corruptos”. Expresó su orgullo y satisfacción por ellos, destacando que no son personas ricas y que han soportado muchas adversidades con rectitud.
Estos comentarios se producen en el contexto de los reportajes de Latinus, que han señalado los negocios de los hijos del presidente y la presunta red de tráfico de influencias en proyectos emblemáticos como el Tren Maya.
Un reportaje del pasado 9 de enero de Latinus afirmó que Gonzalo López Beltrán es el principal articulador de una red de negocios y tráfico de influencias en la construcción del Tren Maya, lo cual fue revelado por Amílcar Olán, amigo cercano de los hermanos López Beltrán y contratista beneficiado por el gobierno de Quintana Roo.
Latinus también publicó audios en los que Amílcar Olán detalla cómo Gonzalo, conocido como “Bobby”, da órdenes y supervisa los tramos del Tren Maya, además de operar el negocio del balasto, la piedra triturada utilizada en las vías del tren. Los audios muestran la cercana relación entre Amílcar y Gonzalo, quien es frecuentemente mencionado con apodos cariñosos.
La controversia en torno a estos reportajes sigue en curso, mientras AMLO defiende la honestidad y transparencia de sus hijos.
¿Quién dijo trabajar? ¡El tráfico de influencias es más rentable!
De acuerdo a lo que siempre dice, sucede lo contrario. Así que se le podrá ver en el gobierno nuevamente como “la mano que mece la cuna”.
¡Los chocolates son el negocio del sexenio quien lo hubiera creído!