Aun cuando públicamente ha reiterado su desconfianza hacia al Instituto Nacional Electoral (INE) porque “permitió que le robarán la presidencia en el 2006”, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que no está a favor de su desaparición.
Para el titular del Ejecutivo federal, lo que hace falta es profesionalizar al árbitro de las elecciones en el país y que sea incorruptible.