De la Redacción
El Buen Tono
Región.- El calor ha comenzado a intensificarse en Veracruz, y con él, la escasez de agua vuelve a golpear a miles de familias. Cada año es la misma historia: temperaturas sofocantes, sequías cada vez más severas y una infraestructura hídrica que se desmorona, mientras los alcaldes corruptos miran para otro lado.
En municipios como Córdoba, Orizaba y Fortín, los habitantes denuncian cortes constantes del suministro, baja presión y un servicio cada vez más deficiente. Pero mientras los ciudadanos sufren, los gobiernos municipales siguen sin invertir en la modernización de las redes de distribución, ni en proyectos para garantizar el acceso al agua potable.
El saqueo del recurso hídrico es evidente: empresas privilegiadas tienen acceso sin restricciones, mientras colonias enteras pasan días sin una sola gota. A esto se suma la falta de mantenimiento de pozos y sistemas de captación, que terminan colapsando en la temporada de calor.
Los alcaldes de la región, en lugar de atender el problema, prefieren gastar en obras superficiales o en publicidad para maquillar su ineficacia.
El derecho al agua es fundamental, pero en Veracruz se ha convertido en un lujo al que sólo unos cuantos pueden acceder.
