AGENCIA
Kansas.- Amelia Earhart, nacida el 24 de junio de 1898 en Atchinson, Kansas, es una de las figuras más icónicas en la historia de la aviación. Desde una temprana edad, Earhart mostró un profundo interés por el vuelo, y su pasión la llevó a convertirse en la piloto más famosa de todos los tiempos. A pesar de los desafíos sociales y las expectativas familiares, logró abrirse camino en un mundo dominado por hombres, dejando un legado imborrable.
Los primeros pasos en la aviación
Durante la Primera Guerra Mundial, Earhart se ofreció como enfermera voluntaria en Canadá, atendiendo a soldados heridos. Fue en ese periodo cuando visitó el Cuerpo Aéreo Real, lo que consolidó su deseo de volar. En 1920, durante un evento aéreo en Los Ángeles, tuvo su primera experiencia de vuelo, y la emoción fue tal que decidió aprender a pilotar.
Bajo la instrucción de Neta Snook, pionera de la aviación femenina, Earhart comenzó su entrenamiento. Dos años después, en 1922, adquirió su propio avión, al que bautizó como ‘El Canario’, y con él logró su primer récord de altitud al volar a 4,267 metros.
La fama y los récords
En 1923, Earhart obtuvo su licencia de piloto, convirtiéndose en una de las primeras mujeres en hacerlo. Su talento y determinación la llevaron a ser parte de la Asociación Aeronáutica Internacional en 1927. La fama le llegó en 1928, cuando, junto a Wilmer Stultz y Luis Gordon, cruzó el Atlántico a bordo de un Fokker FVII, convirtiéndose en la primera mujer en lograr tal hazaña, lo que la catapultó a la fama internacional.
Durante los años siguientes, Earhart rompió récords y promovió la inclusión de las mujeres en la aviación. En 1935, estableció un nuevo hito al volar sin escalas entre la Ciudad de México y Nueva York en 14 horas, superando todos los registros de velocidad conocidos.
El último vuelo y su misteriosa desaparición
En 1937, Earhart anunció su ambicioso plan de dar la vuelta al mundo, esta vez siguiendo una ruta cercana al ecuador. Junto a su copiloto Frederick J. Noonan, inició el viaje el 1 de junio desde Miami, pasando por diversos países como Venezuela, Pakistán, Singapur y Australia.
Sin embargo, el 2 de julio de 1937, el avión desapareció en algún punto del océano Pacífico, cerca de la isla Howland. En su último mensaje, Earhart transmitió: “Debemos estar encima de ustedes, pero no los vemos. El combustible se está agotando”. A pesar de una intensa búsqueda por parte de la Marina de Estados Unidos, nunca se encontraron restos del avión ni de la tripulación.
Las teorías de la desaparición
La desaparición de Earhart ha dado lugar a múltiples teorías. La más aceptada es que el avión se quedó sin combustible y cayó al océano, provocando la muerte de ambos tripulantes. Sin embargo, otras teorías sugieren que lograron aterrizar en una isla desierta, donde vivieron como náufragos. A pesar de las investigaciones, el misterio persiste y su destino final sigue siendo un enigma.
Amelia Earhart continúa siendo un símbolo de valentía y determinación, inspirando a generaciones de mujeres a seguir sus sueños, sin importar los obstáculos.
