Esta semana centenares de ambientalistas protestaron en Perú y España frente a las sedes de la petrolera Repsol. Piden respuestas de la empresa por el grave derrame de crudo que ha contaminado las costas peruanas y que califican de ecocidio.
El derrame de más de 10 mil barriles de crudo, calificado como “desastre ecológico” por el Gobierno peruano, ocurrió mientras el buque tanque “Mare Doricum”, de bandera italiana, descargaba en la refinería de La Pampilla en Ventanilla, a 30 kilómetros al norte de Lima. Repsol atribuyó el accidente al oleaje causado por la erupción volcánica en Tonga.
El buque ahora está fondeado, con prohibición de zarpar, frente al puerto del Callao, contiguo a Lima, mientras cientos de brigadistas limpian el crudo en una veintena de playas.