AGENCIA
Internacional.- Hoy domingo, en un giro dramático en la ya tensa situación en Medio Oriente, el General Mohamad Hosein Baqerí, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán, lanzó una severa advertencia a Estados Unidos. Según declaró, si Washington apoya una respuesta israelí a los recientes ataques iraníes, las bases estadounidenses en la región podrían ser objetivos de represalias iraníes.
“Si coopera con Israel en sus posibles acciones contra Irán, sus bases no tendrán ninguna seguridad y lidiaremos con ellas”, afirmó Baqerí a través de comunicados transmitidos a la embajada suiza en Teherán, que representa los intereses estadounidenses en Irán.
Las tensiones se han intensificado tras un ataque nocturno con misiles y drones que Irán ejecutó contra Israel, en represalia por un bombardeo israelí contra su consulado en Damasco, que resultó en la muerte de siete miembros de la Guardia Revolucionaria. Baqerí aseguró que este ataque fue una “respuesta proporcional” y destacó su “éxito” al alcanzar objetivos militares específicos en Israel.
Por su parte, el comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria, General Hosein Salamí, reiteró la disposición de Irán de contraatacar con mayor severidad ante cualquier nueva agresión israelí. “Nuestra reacción a cualquier agresión israelí será más severa”, advirtió Salamí, destacando que cualquier ataque contra intereses, autoridades o ciudadanos iraníes desde cualquier punto, enfrentará represalias inmediatas.
En respuesta a la escalada, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sostuvo una llamada con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, donde se reafirmó el apoyo estadounidense a la defensa de Israel, pero dejando claro que EU “no participará en ninguna operación ofensiva contra Irán”. Además, Biden condenó los ataques lanzados desde Irán y anunció el despliegue de aviones y destructores de misiles en la región para reforzar la capacidad defensiva de Israel.
En un esfuerzo por coordinar una respuesta internacional, Biden convocará este domingo a los líderes del G7 para discutir una “respuesta diplomática unida” al “descarado ataque de Irán”. Mientras tanto, la tensión en la región sigue escalando, con Irán cerrando puertas a futuras operaciones contra Israel, pero manteniendo una postura de defensa agresiva frente a posibles represalias.
Este desarrollo sigue poniendo en evidencia la fragilidad de la paz en Medio Oriente y la complejidad de las relaciones internacionales en la región, con múltiples actores involucrados y un alto riesgo de escalada.