AGENCIA
Ana Gabriela Perroni Marañón, especialista en salud sexual y egresada de la Especialización en Estudios de Opinión de la Universidad Veracruzana, llevó a cabo una jornada de educación menstrual dirigida a jóvenes de secundaria en la zona rural de Veracruz. La actividad se enmarca en el programa “Tardes de Ciencia” de la Dirección General de Investigaciones de la universidad.
La charla, titulada “La experiencia menstrual en una comunidad rural en Veracruz”, detalló el método utilizado por Perroni en áreas rurales, basándose en un enfoque de educación sexual integral diseñado para mujeres y varones adolescentes de nivel básico de educación. El objetivo fue evaluar el impacto en la adquisición de conocimientos, así como el reconocimiento de actitudes y cambios en las prácticas relacionadas con la menstruación.
Antes de la implementación de la iniciativa, Perroni realizó una investigación entre los adolescentes para comprender las condiciones en las que experimentan el ciclo menstrual. Los resultados revelaron datos preocupantes: el 70% desconoce qué es la menstruación antes de que ocurra; el 20% de las niñas y mujeres no tienen acceso a productos de higiene; 48% no recibe guías, generando experiencias negativas; 43% prefiere quedarse en casa que ir a la escuela; 43% evita participar en deportes y eventos públicos; y el 40% experimenta vergüenza e incomodidad.
Entre las jóvenes encuestadas, el 47% tenía conocimientos sobre la menstruación; el 33% sabía sobre la pubertad; el 88% asociaba el ciclo con la vergüenza; el 94% oculta que menstrúa; el 41% se preocupa por mancharse; y el 65% siente incomodidad. En cuanto a los varones, el 27% conocía sobre la menstruación y la asociaba con sangre y dolor; el 18% sabía sobre la pubertad; el 100% sentía pena al hablar de menstruación; y el 63% creía que una mujer siente dolor y vergüenza.
Posteriormente, se llevó a cabo una intervención educativa a través de 12 sesiones, que incluyeron a madres de familia y profesoras, abordando conceptos básicos de sexualidad, autoestima y temas relacionados con el ciclo menstrual. Después de dos meses de aplicación, se observó un aumento de casi un 40% en los conocimientos sobre el tema, al mismo tiempo que disminuyó la asociación con la vergüenza y la creencia de ocultar la menstruación.
Perroni destacó la persistencia de creencias que consideran al ciclo menstrual como algo sucio e impuro en el país, subrayando la importancia de continuar con iniciativas educativas para superar estos estigmas.