Córdoba.- Seis fábricas de queso de la región se encuentran en proceso de análisis jurídico administrativo. Sus productos no cumplen con las normas de calidad necesarias: carecen de pasteurización y sistemas adecuados de enfriamiento lo que representa un riesgo para salud.
Dentro de los operativos de control y vigilancia que ha venido implementando la coordinación de Prevención Contra Riesgos Sanitarios de la Jurisdicción Sanitaria VI, detectó que en su mayoría los productos lácteos y sus derivados no cumplen con las normas de sanidad para productos y servicios: Leche fórmula láctea, producto lácteo combinado y derivado de lácteos.
El operador sanitario de la coordinación, Arturo Anguiano Díaz, explicó que las seis productoras de quesos supervisadas presentaron problemas en primer lugar, por la falta de sistemas de pasteurización durante el proceso de elaboración, además de fallas en sus sistemas de transportación a los expendios.
Hasta el momento no se ha suspendido ninguna de las productoras de lácteos y quesos. Sin embargo, al estar bajo un proceso de análisis jurídico administrativo, se encuentran bajo vigilancia. Deberán de cumplir con las observaciones emitidas por la coordinación para evitar la suspensión de sus locales.
Expendedores también incurren en malas prácticas
Aunque la coordinación de Prevención Contra Riesgos Sanitarios supervisa directamente los modos de preparación del queso en las fábricas, se ha detectado que también los expendedores del producto incurren en malas prácticas de higiene principalmente porque no cuentan con sistemas de conservación adecuados. En estos casos no refrigeran el queso a menos de 7ºC; dejándolo a temperatura ambiente y por ende la aparición de bacterias.
“En lo que hemos muestreado a la fecha no ha habido queso y expendio que se salve. Todos han salido mal por eso estamos programando un muestreo de lácteos, para ver qué tanto se han incrementando las colonias bacterianas”, dijo Anguiano Díaz.
En un comparativo aseveró que todos los productos derivados de la leche que se ofrecen en sitios que no cuentan con sistemas de refrigeración tienen el mismo contenido bacteriológico que el excremento humano. La recomendación es evitar el consumo de quesos callejeros o de aquellos que no estén debidamente etiquetados y empaquetados favoreciendo el consumo de los que se venden en los centros comerciales.
Yessica Martínez Arguelles
El Buen Tono
