AGENCIA
Japón.- Esta semana, la ciudad de Fukuyama en Japón se ha visto sumida en una alerta, debido a la presencia de un “gato radiactivo”. El felino habría caído en una tina con sustancias potencialmente cancerígenas y logró escapar, generando preocupación en la población.
La empresa responsable de resguardar la sustancia tóxica ha pedido a los habitantes de la zona que no intenten acercarse al animal, ya que los químicos representan un alto riesgo para la salud humana.
Fukuyama, ubicada en la prefectura de Hiroshima, es una ciudad conocida por sus playas, santuarios, templos y paisajes naturales. Además, es un importante centro de comercio e industria, y es un punto clave en el sistema de comunicaciones del país, siendo una parada importante en la línea del tren bala Tokaido-Sanyo.
A pesar de que la División de Conservación Ambiental de Fukuyama ha expresado que el gato posiblemente haya fallecido, ha instado a la población a permanecer alerta ante cualquier posible avistamiento o contacto con el animal.
El incidente en Fukuyama evoca el recuerdo del desastre nuclear de Fukushima en 2011, cuando un terremoto de magnitud 9 en la escala de Richter, seguido de un tsunami, afectó gravemente la costa este de Japón y causó daños en varios reactores nucleares.
Después del desastre, el gobierno declaró zonas de evacuación en las áreas circundantes a las plantas nucleares afectadas, obligando a miles de personas a abandonar sus hogares. Aunque han pasado años desde el desastre, la radiación aún persiste en la región, recordando la importancia de tomar medidas urgentes para contener los riesgos en casos de emergencias nucleares.