De la Redacción
EL BUEN TONO
Rafael Delgado.- La holgazanería, corrupción y raterías de la alcaldesa, Alejandra Enríquez Ortiz, y de su homólogo de Tlilapan, Jaime López Montalvo, ponen en peligro a conductores de vehículos compactos y transportistas que transitan diariamente por la carretera federal 123 Orizaba-Zongolica.
Lo anterior porque está llena de baches, encharcamientos y daños a la cinta asfáltica, que dificultan el tránsito de vehículos y generan accidentes, especialmente durante las lluvias porque tapan los hoyos.
Afectados aseguraron que a Enríquez Ortiz lo único que le interesa es robar todo lo que puede, “nunca pensó estar donde ahora se encuentra, y menos disponer de tanto dinero, aunque ella siempre argumenta que el recurso es insuficiente para obras públicas”.
Hablaron de su negativa para reparar el tramo de Jalapilla en los límites con Tlilapan.
Ridículo
Por otra parte, se burlaron y criticaron el hecho de que el presidente municipal de Tlilapan haya intentado retirar agua de los cráteres y poner balastre, “lo hace para robarse el dinero de los contribuyentes, fue una vergüenza su actuación”.
Consideraron que, de manera independiente o conjunta, deben exigir a la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), una rehabilitación integral de la carretera, la cual lleva años en abandono.
Los ciudadanos exigen acciones concretas y responsables de las autoridades municipales para garantizar la seguridad y el buen estado de la infraestructura vial, fundamental para el desarrollo y bienestar de la región en general.