Agencias
Chiapas.- Debido a la creciente violencia y la amenaza del crimen organizado, varios alcaldes en Chiapas han comenzado su gestión desde Ayuntamientos alternos, lejos de sus municipios. Entre los casos más alarmantes se encuentra el alcalde de Frontera Comalapa, quien fue reportado como desaparecido por el narcotráfico. En Tila, la Alcaldía fue incendiada por sicarios, y un ataque en junio dejó a 12 mujeres víctimas de violencia sexual y a cientos de familias desplazadas. Las comunidades enfrentan un panorama desolador, donde los sicarios controlan las calles, cobrando incluso por enterrar a sus muertos.
En medio de esta crisis, Neiser Hernández López, nuevo alcalde de Tila, tomó protesta en un parque a media hora de distancia de su Ayuntamiento, rodeado de militares y policías. Sin embargo, muchos pobladores desplazados no pudieron presentar sus peticiones debido al miedo a represalias. A pesar de las preocupaciones sobre la seguridad y la violencia del narcotráfico, el alcalde no abordó estos temas durante su discurso, mientras que los pobladores continúan lidiando con el temor y la incertidumbre.
La situación es crítica en otros municipios, como Bella Vista y Villa Flores, donde los nuevos alcaldes también evitaron tocar el tema de la seguridad en sus discursos, a pesar de los narcobloqueos y los enfrentamientos recientes. Mientras tanto, algunas localidades como Tapachula y Tuxtla Gutiérrez lograron realizar sus ceremonias sin incidentes, lo que contrasta con la realidad de los municipios más afectados por la violencia del narcotráfico. La esperanza de los pobladores radica en que este nuevo gobierno pueda restablecer el estado de derecho y brindarles la seguridad que tanto necesitan.
