Mariana Gutiérrez
El Buen Tono
Atzacan.- A pesar de los constantes llamados de vecinos y ambientalistas, los gobiernos municipales de Mariano Escobedo y Atzacan, encabezados por Guadalupe Durán Alcántara y Mario Vargas Amador, han mostrado grave omisión y desinterés en resolver la grave contaminación que afecta a la Laguna de El Chirimoyo.
Han transcurrido más de nueve días sin que las autoridades implementen acciones concretas para la limpieza del vaso regulador, donde las descargas de aguas residuales de ambos municipios envenenan el río Chicola y, en consecuencia, la laguna.
Expertos alertan del impacto ambiental, provocado por las descargas provenientes de los municipios de Mariano Escobedo y Atzacan.
Los resultados revelaron niveles de contaminación superiores a los máximos permisibles, según la norma NOM-001 de SEMARNAT, lo que confirma la gravedad del daño ambiental.
La contaminación del río Chicola también afecta al arroyo del Novillero, generando un problema sanitario aún mayor. Según especialistas la presencia de contaminantes en el agua impacta la fauna local, incluyendo aves, mamíferos y peces, con riesgo de generar un ecocidio en la región.
Ante la indiferencia de las autoridades, vecinos y voluntarios han realizado la limpieza de la laguna, buscando evitar daños mayores a la fauna, especialmente a las aves que anidan en la zona.
