En lo que va del año 2024, el sector de transporte de hidrocarburos en México enfrenta una escalada preocupante de delitos, según reportes alarmantes de los propios transportistas. El robo de diésel y gasolinas en carreteras ha crecido exponencialmente, con consecuencias devastadoras tanto para la seguridad de los operadores como para la economía de las empresas involucradas.
Crecimiento Explosivo del Delito
Desde enero hasta mayo de 2024, se han registrado 33 atracos a transportistas que sirven exclusivamente a Petróleos Mexicanos (Pemex), lo que representa un incremento significativo respecto al mismo periodo del año anterior. Esta tendencia indica un aumento del 153% en comparación con 2023, pronosticando que este año podría duplicar la cantidad de incidentes registrados el año pasado.
Modus Operandi y Consecuencias Económicas
Los delincuentes, conocidos como “la maña”, interceptan a los operadores exigiendo pagos por cada litro de combustible transportado. La violencia contra los operadores es común, con casos extremos que incluyen el secuestro de unidades o su quema como táctica de presión. Esto no solo pone en riesgo la vida de los transportistas, sino que también tiene un impacto económico devastador, ya que las empresas enfrentan pérdidas multimillonarias por robos de equipos y productos.
Respuesta del Sector y Necesidades Urgentes
Los transportistas están adoptando medidas desesperadas para protegerse, incluyendo la instalación de cámaras a bordo y dispositivos de seguridad avanzados. Sin embargo, estas soluciones adicionales incrementan los costos operativos, reflejando la urgente necesidad de una intervención efectiva por parte de las autoridades. Voces dentro del sector demandan una mayor presencia policial y estrategias de prevención más robustas para enfrentar esta creciente amenaza.
Un Problema que Trasciende Fronteras Estatales
Los reportes indican que los robos se extienden a múltiples estados del país, afectando áreas críticas de distribución y abastecimiento como la Ciudad de México, Jalisco, y zonas limítrofes como Michoacán, Jalisco y Guanajuato. Esta expansión geográfica subraya la complejidad del problema y la necesidad de una respuesta coordinada a nivel nacional.
Perspectiva Futura y Urgencia de Acción
Con un panorama que proyecta un deterioro continuo si no se toman medidas efectivas, el sector del transporte de hidrocarburos enfrenta una crisis que no solo amenaza su estabilidad económica, sino también la seguridad de sus trabajadores. Se espera que las autoridades asuman un rol más activo y efectivo para revertir esta tendencia preocupante antes de que la situación empeore aún más.
En resumen, el incremento alarmante en los robos de hidrocarburos a transportistas es un problema urgente que requiere atención inmediata y acciones contundentes para proteger a quienes operan en un entorno cada vez más hostil y peligroso.
