Orizaba.- Causa alarma en los padres de familia el reto de 72 horas entre jóvenes de secundaria y bachillerato, para irse de pinta sin avisar a nadie, señaló el regidor Alfonso Mateos, así como el presidente del Observatorio Urbano en Orizaba, Jorge Sarquís Ramírez, sobre todo por los eventos de inseguridad registrados en la zona.
De acuerdo a versiones publicadas en el Facebook, el reto consiste en no avisar a nadie en dónde se encuentran, no dar señales de vida y sin dejar pistas a las autoridades acerca de su paradero. Cuando se cumplen las 72 horas aparecen como si nada, sin decir dónde han estado.
Ante ello, Sarquís Ramírez señaló que “este tipo de comportamiento de los estudiantes pone en jaque a los padres de familia al provocar confusión, alarma y preocupación, siendo estas conductas irresponsables, empeorando el ánimo de la población”.
Mencionó que ante la situación de inseguridad que se vive en la región, con casos como es la desaparición de dos empresarios, además del atentado que sufrió un reconocido luchador social, este tipo de actos irresponsables resultan muy peligrosos.
Criticó que en las redes sociales de manera insensata circulan invitaciones para participar en conductas reprobables, “no digo que debería de haber censura, pero sí que los jóvenes deben tener responsabilidad”.
Por lo que indicó que el llamado para la población estudiantil es para que no acepte este tipo de situaciones, porque nada más enrarecen el ambiente, sobre todo porque los padres desconocen si solamente están jugando o de verdad se los llevaron.
Es la muerte para los padres
Sobre el tema, el regidor cuarto del Ayuntamiento de Orizaba y encargado de la comisión de Educación, Alfonso Mateos Pardo, explicó que para los padres de familia significa la muerte cuando sus hijos desaparecen, sin importar que sea una o más horas, por lo que dijo que este tipo de actos son perjudiciales.
Insistió: “no sólo se trata de la movilización de los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), entre otras instancias, también es el conflicto familiar y la preocupación es mayúscula”.
“Es un juego de niños que puede causar una pena muy grande para los padres, para los abuelitos y obviamente mueven a la Policía, porque lo primero que se hace es reportar el caso, es una alerta que provoca el gasto tanto de dinero como de esfuerzo”, finalizó.