AGENCIA
Alabama.- Este viernes, Alabama se convirtió en el primer estado en llevar a cabo con éxito una ejecución mediante asfixia por gas nitrógeno, ofreciendo de inmediato su ayuda a otros estados de Estados Unidos interesados en adoptar este nuevo método. La ejecución se llevó a cabo con Kenneth Smith, condenado por un asesinato en 1988.
El fiscal general estatal, Steve Marshall, informó que desde que los legisladores aprobaron la asfixia por nitrógeno en 2018, otras 43 personas condenadas a muerte en Alabama han optado por este método en lugar de las inyecciones letales. A pesar de que Alabama describe el nuevo método como “humano”, grupos de derechos humanos lo condenan como cruel y tortuoso.
Steve Marshall, al dirigirse a los periodistas, declaró: “Alabama lo ha hecho, y ahora ustedes también pueden, y estamos listos para ayudarlos a implementar este método en sus estados”. Legisladores de Oklahoma y Mississippi también han añadido la asfixia por nitrógeno a los métodos de ejecución de sus estados, aunque aún no la han utilizado.
Marshall sostiene que la asfixia por nitrógeno, siendo el primer nuevo método de ejecución desde el inicio de las inyecciones letales en 1982, ya no es un método no probado, sino uno probado. Sin embargo, ha habido versiones divergentes sobre la violencia del método entre funcionarios estatales y testigos de la ejecución.
Kenneth Smith, quien sobrevivió a un primer intento de ejecución en 2022, fue ejecutado con una máscara respiratoria conectada a una bombona de nitrógeno puro. Aunque las autoridades aseguraron que todo ocurrió según lo esperado, algunos testigos afirmaron que Smith permaneció consciente durante varios minutos después de la administración del gas, temblando y retorciéndose en la camilla.
La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles, Amnistía Internacional Estados Unidos y otros grupos de derechos humanos condenaron la ejecución, argumentando que estos métodos buscan ocultar el dolor y violan la prohibición constitucional de ‘castigos crueles e inusuales’.
Kenneth Smith había impugnado sin éxito los intentos de Alabama de ejecutarlo, alegando que el primer intento fallido y el nuevo método no probado violaban esta prohibición constitucional. Algunos familiares de la víctima presenciaron la ejecución, expresando alivio por su conclusión.
Robert Grass, abogado de Smith, lamentó la muerte de su cliente y destacó la transformación positiva que experimentó en prisión, encontrando la sobriedad y dedicándose a ayudar a otros presos.