El huracán Milton ha dejado una estela de destrucción en Florida, cobrando la vida de al menos 12 personas y dejando a más de 3.3 millones de clientes sin electricidad. La tormenta, que tocó tierra como un huracán de categoría 3 en Siesta Key, aproximadamente a 70 millas al sur de Tampa, provocó tornados y puso a alrededor de 11 millones de personas en riesgo de inundaciones.
En la costa atlántica, el condado de St. Lucie ha reportado al menos seis muertes debido a los tornados que azotaron la zona. En St. Petersburg, la policía confirmó la muerte de dos personas, mientras que en el condado de Volusia, el sheriff reportó tres muertes adicionales. Además, una persona perdió la vida en Citrus cuando un árbol cayó sobre su vehículo.
Las imágenes que circulan en redes sociales muestran la magnitud del desastre: casas sumergidas, residentes evacuando en pequeñas embarcaciones y caminos desmoronados. Los vientos fueron particularmente intensos en Venice Beach, donde se registraron ráfagas de hasta 107 mph. En St. Petersburg, la lluvia alcanzó un asombroso total de 18.31 pulgadas, un evento que se estima que ocurre una vez cada mil años.
A medida que los residentes de Tampa evaluaban los daños, se informó que una grúa de construcción fue derribada y el techo del Tropicana Field, que iba a albergar a trabajadores de emergencia, fue arrancado. A pesar de los daños, el alcalde de la ciudad informó que no se habían reportado muertes ni lesiones graves allí.
El gobernador Ron DeSantis declaró que, aunque la tormenta fue significativa, no fue tan destructiva como se había temido inicialmente. “La marejada ciclónica no fue tan monstruosa como se esperaba”, afirmó durante una sesión informativa. Más de 80,000 personas se refugiaron en centros de evacuación, mientras los equipos de búsqueda y rescate trabajaban incansablemente para salvar a familias y mascotas, logrando rescatar al menos a 48 personas hasta la mañana del jueves.
El presidente Joe Biden anunció el despliegue de miles de efectivos federales en las áreas afectadas, incluido personal de la Guardia Costera. “La ayuda está en camino”, afirmó en una publicación en X, advirtiendo sobre las peligrosas condiciones generadas por los cables eléctricos caídos y los escombros.
Milton ha causado la cancelación de más de 3,000 vuelos y, aunque se ha degradado a un ciclón postropical con vientos de 70 mph, el Servicio Meteorológico Nacional anticipa que se debilitará rápidamente mientras se aleja de la costa.
Este devastador evento natural llega solo 13 días después de que el huracán Helene afectara el sudeste, estableciendo un nuevo récord de tiempo entre dos grandes huracanes en Florida. Helene, que ya se ha atribuido al menos 243 muertes en varias regiones, sigue siendo un recordatorio de la vulnerabilidad de las comunidades ante la furia de la naturaleza.
