La industria del acero en México este año volverá a equilibrar sus números, después de diez años en los que su peor enemigo estuvo en casa.
Diez años en los que el país tuvo las puertas abiertas a la importación de acero sin ninguna restricción ni supervisión por consideración de los sexenios pasados, y fue hasta mediados del año pasado cuando la cancha del juego para los industriales mexicanos volvió a estar en las mismas condiciones que para su competencia extranjera.
Será hasta este año cuando el gremio espera tener un equilibrio en sus finanzas, mismas que se vieron severamente afectada por la entrada descomunal de acero, no sólo del gremio formal sino del informal y dumping.
Ello mermó las finanzas de todos los jugadores de forma severa. De ahí que AHMSA, la principal siderúrgica mexicana vio caer sus finanzas 38% y será hasta este año cuando prevé recuperarse y retomar su solidez.
La firma, al mando de Alonso Ancira, busca avanzar en el segmento automotriz, en el que poca participación tienen y cuyo potencial es por demás interesante.
Además, fortalecerá lazos con Pemex, al mando de Emilio Lozoya, aprovechando la reciente alianza que firmó la Canacero con la paraestatal, pues se acordó que parte de las compras de acero las harán a los jugadores nacionales.
Pero su arma más poderosa será la conclusión de la ampliación de su planta Fénix. Además estarán a la espera de que las leyes secundarias de la Reforma Energética salgan adelante para buscar una mayor participación en el negocio del gas, donde hoy no aprovechan al ciento por ciento los beneficios de tener gas shale, recurso atrapado en los yacimientos de carbón.
Incluso el gas shale podría ser el insumo vital para la generación de energía eléctrica.
Colocación de deuda
Las colocaciones de deuda en el mercado accionario siguen siendo un elemento importante para las empresas, de ahí que para Punto Casa de Bolsa fue colíder junto con Scotiabank en la colocación de los certificados bursátiles de Grupo Finmart, empresa líder en el mercado de créditos de nómina, colocando una bursatilización de cartera por un monto de 729 millones de pesos. La emisión tuvo una sobredemanda de 1.53x a un plazo de cinco años y contó con callificaciones AAA por parte de Standard and Poor’s y Fitch Ratings.
Pemex ¿positivo?
La paraestatal, al mando de Emilio Lozoya, aunque registró números negativos en el primer año de gobierno de Enrique Peña Nieto las estrategias se alinean en pro de que la empresa más importante para México revierta dicha tendencia, comenzando desde adentro hacia afuera.
Es una realidad que el desgaste financiero de Pemex no se ha hecho en los últimos dos o tres años, sino viene arrastrándose de sexenios atrás, de ahí que la estrategia de esta administración es enfocar la fuerza de la firma en segmentos donde crece constantemente, invertir en sus operaciones, avanzar en las excavaciones profundas, aliarse de la reforma energética que le ayudará a avanzar, incluso sabemos que se visualiza limpieza interna, con lo cual, saldrán a relucir varias irregularidades que se vienen arrastrando de por lo menos un sexenio anterior.
El reto es grande, de ahí que para la directiva de Pemex es necesario poner las cartas sobre la mesa y diluir gastos excesivos que se venían dando, así como aprovechar las fortalezas de la paraestatal. Todo parece que se busca hacer bien las cosas, así que no habrá que perderla de vista.