in

Ahí está el detalle, chatos

Superiberia

Es muy frecuente que los mexicanos tengan la sensación de que sus necesidades y las acciones de los gobernantes van en línea paralela y nunca se juntan. Hasta hoy no había ninguna explicación para tal comportamiento.

Sin embargo, el 12 de septiembre, durante su comparecencia en la Cámara de Diputados, el titular de la Secretaría de Hacienda, Luis Videgaray, finalmente develó el misterio de por qué los funcionarios y los políticos parecen tan distantes del ciudadano, como si vivieran en dimensiones distintas.

A pesar de que México no crece y que no se han creado empleos; de que la inflación sube y el PIB baja, Videgaray dijo que desde el punto vista de la definición técnica, México no está en recesión. Como diría Cantinflas, ahí está el detalle. La confusión entre lo técnico/teórico y lo práctico ha provocado sexenios de incomprensión.

Técnicamente el gobierno federal previno a todas las entidades de la fuerza y el riesgo de los meteoros Ingrid y Manuel; en la práctica, o los estados no pelaron las alertas o Protección Civil no fue lo suficientemente enfático en el peligro de estos fenómenos. Técnicamente todos los gobernadores deberían estar trabajando en reconstruir sus estados; en la práctica están más asustados que un perrito en el Periférico y están paralizados.

Técnicamente la CNTE ya se tenía que haber ido después de que supuestamente se llegó a un acuerdo con la Secretaría de Gobernación; en la práctica, los maestros disidentes siguen en el Distrito Federal. Técnicamente se había dicho que el Gobierno del Distrito Federal no iba a permitir más bloqueos de los maestros; en la práctica los profesores bloquean Reforma, Bucareli, Avenida Chapultepec y Constituyentes cuando les viene en gana.

Técnicamente la PGR hizo un trabajo meticuloso al integrar la averiguación previa contra la ex líder magisterial Elba Esther Gordillo; en la práctica un juez determinó que la Procuraduría incurrió en deficiencias procesales. Técnicamente la PGR de la nueva administración federal no iba a cometer las pifias del sexenio pasado; en la práctica ha demostrado que puede incluso llegar a superarlas si se esfuerza otro poco.

Técnicamente en el PRD y el PAN no hay división, sólo unas cuantas voces discordantes; en la práctica se están destrozando internamente en su lucha por las dirigencias nacionales. Técnicamente hay consenso por sacar las reformas estructurales que necesita el país; en la práctica todos tienen su agenda particular y cada quien lleva agua para su molino.

Pero el secretario de Hacienda dio también en el clavo al hablar de la diferencia entre la definición de una palabra y su utilización cotidiana. Los funcionarios, gobernantes y legisladores tienen un diccionario muy distinto al de la Real Academia Española. Cuando ellos dicen “llegaremos hasta las últimas consecuencias” o “iremos hasta el fondo, caiga quien caiga”, significa que ya están en la búsqueda ardua del chivo expiatorio que va a cargar con la responsabilidad. De igual manera, el “yo soy el más interesado en aclarar…” no es otra cosa sino un “denme tiempo por eso estoy buscando a quién echarle la culpa”.

El famoso “nadie está encima de la ley” tiene una cláusula adicional que señala “a menos que se tenga un abogado más audaz que el Ministerio Público y consiga un amparo aprovechándose de fallas en el debido proceso”. El “castigaremos con todo el peso de la ley” sugiere un “pero hay que acordarse de que el peso está muy devaluado”. Las “enérgicas condenas” no son sino un “como ese asunto no es mi responsabilidad, me puedo dar el lujo de pedir que se investigue”.

“No bajaremos la guardia” implica un “hasta que los medios empiecen a cubrir otro tema de coyuntura y me dejen en paz”. Así que para comprender a los políticos y sus discursos sólo se requiere leer las letras chiquitas y saber que la teoría y la práctica constituyen dos realidades autónomas que frecuentemente no tienen nada que ver entre sí.

CANAL OFICIAL

Más apoyo  de la CNTE

De gobernadores y desastres