Siempre he sido respetuosa de la vida y del quehacer democrático, reconozco a la instituciones, acepto la voluntad de Dios y la decisión del pueblo reflejada el día de ayer en las urnas, no sólo de nuestro distrito, sino de todo el país.
Ganó la participación de la gente, me satisface saber que la elección más grande en la historia de México la decidió la mayoría de los ciudadanos y no el abstencionismo. Hoy es momento de contribuir para lograr el presente que siempre hemos querido y el futuro que nos merecemos; pero estoy consciente que los gobiernos no pueden solos.
Hoy más que nunca necesitamos de un ciudadano más otro, no uno contra otro, es momento de terminar con el divisionismo y tender lazos en pro de un mejor país.
Agradezco de corazón a las miles de personas que nos abrieron las puertas de sus hogares durante los 30 días de campaña, me llevo su cariño y su afecto. El reto apenas comienza, seguiré trabajando sin descanso, por ti y por los tuyos.
Gracias a mi familia por su amor incondicional y por acompañarme a cada paso que doy; a mis amigos, a mi gran equipo de campaña por su lealtad y entrega; a mi partido por su confianza y por apostar a proyectos jóvenes, y a quienes defendieron nuestros votos en las urnas.
Acepto los resultados y estoy tranquila porque se trabajó incansablemente, hicimos una campaña limpia llena de propuestas para todos los sectores; no estoy triste, sino más fuerte para trabajar por el distrito desde mi trinchera.
A las más de 23 mil personas que confiaron en mí, les digo que no me despido, voy a seguir trabajando por mi Córdoba, por mi distrito. Llegó el momento de demostrar a la ciudadanía que no se necesita tener un cargo público para contribuir por tener un mejor lugar.
¡¡Nunca se pierde cuando uno lucha por lo que cree!!
