
AGENCIA
Kabul, Afganistán.- La situación alimentaria en Afganistán ha empeorado drásticamente tras la pérdida del financiamiento de Estados Unidos al Programa Mundial de Alimentos (PMA), que ahora solo podrá asistir a la mitad de los 15 millones de personas que enfrentan inseguridad alimentaria, y a quienes desde hace meses solo proporcionaba medias raciones por falta de recursos.
Según Mutinta Chimuka, representante del PMA en Kabul, el recorte limitará la atención a 8 millones de afganos en 2025. La situación es particularmente alarmante porque más de 3 millones de personas están al borde de la hambruna, y esta cifra podría aumentar si no se reciben aportes adicionales de otros donantes.
El recorte es resultado de la decisión del gobierno de Estados Unidos de congelar su ayuda exterior, anunciada en enero. Esta medida incluyó el desmantelamiento de USAID, agencia acusada sin pruebas por el expresidente Donald Trump de corrupción. Aunque se había asegurado que se mantendría la ayuda alimentaria de emergencia, esta semana el PMA confirmó que Afganistán figura entre los 14 países afectados por la reducción de fondos, decisión que Washington solo revirtió en seis casos.
Afganistán enfrenta la segunda mayor crisis humanitaria del mundo, solo detrás de Sudán. Desde el retorno de los talibanes al poder en 2021, el país ha quedado diplomáticamente aislado y fuera de acuerdos de desarrollo. La ayuda humanitaria que aún llega es mínima y está enfocada exclusivamente en emergencias.
El impacto de la crisis ya es visible: Uno de cada 10 niños menores de cinco años sufre desnutrición aguda y el 45 por ciento (%) presenta retraso en el crecimiento, ubicando a Afganistán entre los países con las tasas más altas del mundo. En total, la ONU estima que 22 mil 9 millones de personas necesitarán asistencia humanitaria este año.
Además del PMA, otros organismos como el UNFPA y agencias dedicadas a la nutrición y la agricultura también han sufrido recortes, a pesar de que el 80% de los afganos depende del campo para sobrevivir.
Indrika Ratwatte, coordinador humanitario de la ONU en Afganistán, advirtió que la falta de apoyo puede derivar en migración masiva y tensiones regionales, mientras que Chimuka lanzó un llamado desesperado: “Debemos trabajar todos juntos. Pero si todos estamos de rodillas, es imposible ayudar”.
La Misión de Asistencia de la ONU en Afganistán (UNAMA) ha instado urgentemente a los países donantes a no abandonar al pueblo afgano en este momento crítico.
