Una aeromoza de Alaska Airlines, identificada como Nelle Diala, nunca imaginó que un video publicado en su cuenta de TikTok cambiaría su vida radicalmente. Lo que comenzó como una celebración de un logro profesional, terminó en un despido fulminante que ha desatado un debate sobre los límites del comportamiento en redes sociales y la sensibilidad en el ámbito laboral.
El baile que lo cambió todo
Diala, quien acababa de concluir su periodo de prueba con la aerolínea, compartió un video que se volvió viral en TikTok. En las imágenes, aparece bailando provocativamente en el pasillo del avión mientras aún portaba el uniforme de la compañía. El video fue grabado dos horas antes de que el capitán del vuelo llegara y estuvo acompañado del mensaje:
“Perra del gueto hasta la muerte, no dejes que el uniforme te engañe.”
@_jvnelle415 Cant even be yourself anymore, without the world being so sensitive. Whats wrong with a little twerk before work, people act like they never did that before. #fyp #flightattendantlife 4evaa #discrimnationisreal ♬ Ghetto – E.K.E.
El contenido no fue bien recibido por la aerolínea, que decidió terminar su contrato apenas seis meses después de haber sido firmada como empleada.
La reacción de Nelle y su intento por salir adelante
Tras su despido, Nelle lanzó una campaña en GoFundMe con el objetivo de recaudar 12,000 dólares para mantenerse mientras buscaba un nuevo empleo. Sin embargo, la recaudación apenas alcanzó los 182 dólares, muy lejos de su meta inicial.
En un segundo video, la aeromoza defendió su postura diciendo:
“Ya ni siquiera puedo ser yo misma sin que el mundo se vuelva tan sensible. ¿Qué tiene de malo hacer un poco de ‘twerking’ antes de ir a trabajar? La gente actúa como si nunca lo hubiera hecho antes.”
Un debate viral: ¿libertad de expresión o falta de profesionalismo?
El caso de Nelle Diala ha dividido opiniones en redes sociales. Por un lado, hay quienes defienden su derecho a expresarse libremente fuera de sus horas laborales; por otro, quienes consideran que, al portar el uniforme de la compañía, estaba representando a la marca y debería haber mantenido una conducta profesional.
Esta situación pone en el centro del debate cómo las acciones en redes sociales pueden impactar en la vida laboral y cuestiona los límites entre la vida personal y profesional en la era digital.
¿Qué opinas?
El caso de Nelle Diala es un recordatorio de cómo un simple video puede tener consecuencias inesperadas. ¿Deberían las empresas ser más flexibles ante este tipo de situaciones? ¿O es responsabilidad de los empleados cuidar su imagen cuando representan a una marca? ¡Déjanos tu opinión en los comentarios!