La comunidad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) está de luto por la partida de Logan, un bulldog que se convirtió en un símbolo de resiliencia, alegría y amor incondicional. Este peculiar perrito, conocido por recorrer Ciudad Universitaria en su patineta, fue despedido con un emotivo homenaje que reafirma su lugar especial en la historia de la máxima casa de estudios.
Un adiós desde el corazón de la UNAM
A través de redes sociales, la UNAM compartió un conmovedor video y una dedicatoria en memoria de Logan. En este homenaje, se destacó el cariño que los estudiantes, profesores y visitantes le tenían al entrañable lomito. “Sus aventuras y momentos compartidos siempre vivirán en el recuerdo de nuestra universidad”, mencionaron en el mensaje.
El inicio de una vida extraordinaria
La historia de Logan comenzó en 2016, cuando Erick, un estudiante de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, lo rescató de un criadero. El cachorro, que padecía displasia de cadera, apenas podía moverse. Sin embargo, su vida dio un giro inesperado gracias a una patineta. A los nueve meses, Logan se levantó por primera vez, motivado por el deseo de seguir a un chico que pasaba frente a él montado en este vehículo. Desde entonces, la patineta se convirtió en su compañera inseparable.
Logan, el símbolo de lucha y alegría
A pesar de sus limitaciones físicas, Logan recorría con entusiasmo las Islas de Ciudad Universitaria, la periferia del Estadio Olímpico Universitario y otros rincones emblemáticos de la UNAM. Con su lengua fuera, como si siempre estuviera sonriendo, este bulldog se ganó el cariño de la comunidad estudiantil, quienes lo saludaban y celebraban su espíritu alegre y combativo.
Un récord Guinness y un legado imborrable
Logan no solo fue un ícono en la UNAM; en 2017, participó en un evento que marcó historia. Junto a otros 949 bulldogs ingleses, formó parte de un récord Guinness por la mayor concentración de caninos de esta raza en un mismo lugar. El evento, realizado en la Ciudad de México, fue un claro reflejo de su espíritu único y su capacidad para inspirar a quienes lo conocían.
Una despedida, pero no un adiós
Aunque Logan ya no recorre los pasillos de Ciudad Universitaria, su legado trasciende su presencia física. Su historia es un recordatorio de que, a pesar de las adversidades, siempre se puede encontrar una manera de disfrutar la vida y avanzar con determinación.
La UNAM despide a Logan, pero su espíritu quedará por siempre en la memoria de quienes tuvieron la fortuna de verlo en acción. Su ejemplo de valentía y entusiasmo seguirá inspirando a generaciones futuras, demostrando que no importa cuán grandes sean los obstáculos, siempre hay una forma de superarlos y brillar.
Descansa en paz, Logan. 🐾✨
