AGENCIA
Xalapa, Veracruz.- La comparecencia de Carlos Juárez, secretario de Gobierno de Veracruz, ante el Congreso estatal, se convirtió en un campo de batalla político marcado por acusaciones de enriquecimiento ilícito y confrontaciones entre legisladores de Morena y el PRI.
Durante la glosa del Sexto y Último Informe del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, el diputado priista Héctor Yunes Landa señaló al funcionario de haberse enriquecido a través de prestanombres, adquiriendo propiedades de alto valor en Xalapa, Veracruz, Tuxpan y Tabasco, además de presuntamente poseer un yate y un hotel cercano a la refinería de Dos Bocas.
“Usted es un ejemplo de cómo en apenas siete años y medio puede pasar de rentar una casa de cinco mil pesos a tener residencias y ranchos en varios estados. Eso sí, tenga cuidado con su hotel en Tabasco, no se le vaya a inundar”, ironizó Yunes, quien además recordó la cercanía del secretario con el gobernador García Jiménez, calificándola como el motor de su supuesta fortuna.
Ante las acusaciones, Carlos Juárez negó rotundamente haber cometido irregularidades y aseguró que sus bienes coinciden con lo declarado en su patrimonio. “Venimos de la lucha social, somos muy distintos. Ay mojo, ni que fuera priista robándome el dinero del pueblo”, respondió el secretario, utilizando un tono coloquial para desmarcarse de los señalamientos.
Sin embargo, el priista insistió, acusando al funcionario de utilizar prestanombres, incluidos escoltas, para ocultar bienes como vehículos de lujo y propiedades. Yunes Landa anunció que presentará una denuncia penal contra Juárez, argumentando que “los corruptos saben esconder las cosas”.
En medio del tenso intercambio, la diputada morenista Dorheny García Cayetano, presidenta de la Comisión de Gobernación, intentó mediar defendiendo al secretario y pidiendo a los legisladores que se limitaran a cuestionamientos relacionados con su labor oficial. Su intervención, sin embargo, fue vista por algunos como un intento de desviar la atención de las acusaciones.
Las acusaciones contra Carlos Juárez ensombrecen los últimos días del gobierno de Cuitláhuac García, marcado por señalamientos de opacidad y presunta corrupción en varios frentes. Mientras tanto, la gobernadora electa, Rocío Nahle García, parece no contar con el actual secretario dentro de su círculo de confianza, una señal de los posibles cambios políticos venideros en la entidad.
El episodio, que incluyó gritos desde las gradas y descalificaciones personales, deja en evidencia las tensiones al interior del Congreso veracruzano y subraya las profundas divisiones entre partidos en un contexto de creciente desconfianza hacia la clase política.