Orizaba.- Buscan elementos de Tránsito municipal incrementar sus ganancias a través de “la mordida”, así lo denunciaron en un sondeo habitantes de Orizaba y quienes los señalan de corruptos.
Uno de los trabajadores en un negocio de la Calle Real, quien prefirió no dar su nombre, mencionó que son dos los elementos que se instalan en la esquina de Madero y Sur 5, sobre la Poniente 6, quienes se avisan por teléfono para parar vehículos particulares o choferes de las líneas transportistas, a quienes les piden entre 200 y 300 pesos.
Mencionó que le tocó ver que en 20 minutos o una hora llegaban a parar hasta 10 unidades, no obstante, desde hace dos días fueron reubicados, pues ya no son ellos, sino otros los que se encuentran en el lugar, quienes hasta el momento se han comportado.
“Los paraban y los extorsionaban con 200 o 300 pesos a cada uno, como no tienes idea, nosotros estábamos afuera como 20 o 30 minutos, en esos momentos paraban como cinco o seis y se coordinaban, parecían hampones”, detalló.
En torno a esa situación, Manolo X, chofer de pasaje de la línea Quetzalcóatl, señaló que diariamente en el cambio de turno los trabajadores del volante le dan a los elementos de Tránsito 10 pesos, de su línea dijo que son cerca de 12 y son dos los cambios de turno.
En la parada del mercado Melchor Ocampo y la Oriente 9, con Madero Norte, pasan diversas líneas de autobuses, entre ellas: Garita, Circuito Norte, Circuito Sur, Rincón Grande, Modelo, Chayotal, entre otros.
“En cada turno son 10 pesos, son como 10 o 12 choferes… por cada línea. Serían como 120 pesos, más o menos lo que reciben”, refirió.
Entrevistado sobre el tema, Manuel X, quien maneja un taxi, señaló que han sido menos las veces que los elementos de Tránsito le piden mordidas, sin embargo, esto no deja de ocurrir, pues hace un par de semanas por no tener seguro del vehículo le pidieron una cooperación de mil 500 pesos.
“A mí me tocó en Escamela, por la calle 12, pues ahí tuve que darles mil 500 porque no tenía seguro y ahora por las llantas lisas también, si no quiere uno que nos levanten la infracción nos piden 300 pesos”, comentó.
Mencionó que en el caso del Transporte Público, le ha tocado observar puestos de retén en las tres entradas de Jalapilla, a veces los fines de semana y en donde paran a los autobuses y taxistas con cualquier pretexto, al final “les terminan pidiendo la clásica mordida, por cualquier cosa”. Esta situación, indicó, no ocurre siempre en el mismo lugar, porque el retén lo cambian de manera constante.
