COSOLAPA.- El dueño del bar Casa Blanca, lugar en el que se suscitó el presunto zafarrancho protagonizado por dos elementos de la Policía Estatal en estado de ebriedad, acudió hasta el Ministerio Público para dar su versión de los hechos, manifestando que dentro de su negocio no fueron accionadas las armas de fuego. Incluso, manifestó que ambos elementos quedaron a deber una cuenta de mil pesos.
Melquiades Gonzáles, alias El Perejil, señaló que en la cantina no hubo registro de personas heridas. No obstante, manifestó haberse percatado de la presencia de los uniformados, quienes ya habían estado ingiriendo bebidas embriagantes en el lugar. Cuando fueron detenidos por elementos policiacos a raíz de los disturbios, era la segunda ocasión que ingresaban al bar.
“He venido a dar la cara para que se dé a conocer que no existieron personas heridas en mi bar. Ahí llegaron a detener a los dos policías, quienes les invitaron algunas copas a las meseras. Antes de eso, se habían escuchado algunas detonaciones de arma de fuego, pero por las vías y el sitio conocido como La Corona. En el lugar no hubo desastres mayores”, aseguró el dueño de Casa Blanca.
En su declaración, el dueño del bar manifestó que incluso los ebrios policías no pagaron la cuenta de mil pesos, la cual consta de cervezas, botana y copas para las meseras. No conforme con el “gorroneo”, acusó que ellas maniobraban las armas de los policías, mientras ellos abrían las botellas de cerveza con los cargadores.
Según relatan testigos, esta no es la primera vez que los elementos estatales acuden a bares en horarios laborales. Incluso, trascendió que conducen las patrullas en estado de ebriedad, poniendo en riesgo la integridad física de los pobladores. Aunado a esta situación, la inseguridad que impera en el municipio se acrecienta debido al caso omiso de las autoridades para realizar los recorridos en la zona, descuidando sus actividades.