AGENCIA
Canadá.- En marzo, el actor Ryan Grantham, conocido por su trabajo en la serie “Riverdale”, se declaró culpable de un cargo de asesinato en segundo grado por la muerte dos años atrás de su madre, Barbara Waite, a quien disparó en la cabeza mientras ella tocaba el piano en su casa de Squamish.
El juicio para decidir la sentencia del joven de 24 años, cuánto tiempo pasará entre rejas antes de poder solicitar la libertad condicional, inició esta semana en el Tribunal Supremo de la Columbia Británica y sirvió indirectamente para revelar más detalles sobre los planes de Ryan más allá del asesinato de su madre.
Su intención inicial era atentar contra la vida del primer ministro canadiense Justin Trudeau. Con ese objetivo en mente, consiguió hacerse con tres pistolas, munición, 12 cócteles molotov, material de acampada y un mapa impreso de Google con indicaciones para llegar hasta Rideau Cottage, la actual residencia de la familia Trudeau en Ottawa.
El día después de asesinar a su madre, mientras el cuerpo sin vida de la mujer seguía tirado en el suelo de la casa, el actor se subió a su coche y empezó a conducir, pero cambió de opinión a medio camino y giró hacia el oeste con la idea de perpetrar una masacre en la universidad Simon Fraser, donde él mismo había estudiado, y en otros lugares.
Pero se entregó a la policía esa misma noche antes de cometer ninguno de los crímenes. Sus intenciones quedan perfectamente reflejadas en su diario y también lo confesó ante las autoridades tras su arresto.
En su testimonio ante el juez, Ryan expresó su remordimiento por la muerte de su madre asegurando que era una persona “cariñosa y compasiva” que no merecía lo que le sucedió. “No puedo explicar ni justificar mis acciones. No tengo excusa”, aseguró durante su declaración.
“Me duele pensar en lo mucho que he desperdiciado mi vida. Ante algo tan horrible, pedir perdón parece inútil. Pero desde cada fibra de mi ser, lo siento”.
ARREPENTIMIENTO
El intérprete rodeó el cadáver de velas e incluso colgó un rosario; fue su hermana quien encontró el cuerpo sin vida de Bárbara 24 horas después de haber sido asesinada por su propio hijo.