Córdoba.- El Servicio de Administración Tributaria (SAT) dirige las auditorías a empresas establecidas que pagan sus impuestos y que sostienen un buen número de trabajadores, solicitando mucha información, alguna muy obvia, de la razón de ser de la empresa. Sin embargo, el organismo federal no procede de la misma forma con los políticos y funcionarios que son acusados de malversar los recursos públicos.
Por desconocimiento o falta de criterio de los auditores del SAT en la valoración de la información, piden se les dé copia o se les proporcionen informes extraordinarios, originando que la empresa contrate más personal y que se trabaje horas extras, por la presión para cumplir con la autoridad en tiempo y forma. Además de que año con año están auditando a las mismas empresas. ¿Por qué no realizan auditorías a empresarios o políticos que de repente tienen enriquecimientos, para un ejemplo tenemos a los Arróniz, con una mansión de varios millones de pesos, sin que se demuestre de dónde salieron esos recursos, en lugar de dirigirlas a empresas que están trabajando para sostener a su gran número de trabajadores, además de estar generando más empleos.
¿Qué para Lavín, Portilla, Tomás y demás bola de sinvergüenzas que nos han gobernado y robado, para ellos, sus familiares y constructores consentidos, no hay SAT?