Como se dice coloquialmente, al académico John Ackerman le salió el tiro por la culata al tratar de poner a la bancada de Morena en contra de su coordinador parlamentario en el Senado, Ricardo Monreal.
Tras ser balconeado junto con la secretaria de la Función Pública, su esposa Irma Eréndira Sandoval, Ackerman buscó el apoyo de los senadores de su partido para que publicaran un desplegado de apoyo a su causa, pero la petición fue rechazada por Monreal.
Según una publicación del diario Reforma, que cita fuentes senatoriales, al no obtener el apoyo deseado, el académico intentó vengarse grillando entre la bancada al zacatecano, que una vez más dio muestras del control que trae en el grupo.
No sólo falló en su intento por grillar al líder del Senado, sino que logró que entre sus propios compañeros le recomendaran mejor aclarar las denuncias periodísticas de que tan sólo en nueve años se hizo de seis propiedades, seis de ellas pagadas en efectivo.
Aunque lo intentó, Ackerman tampoco logró el apoyo de Palacio Nacional, donde tienen muy claro el papel tan importante que juega Monreal para el proyecto de la 4-T, sobre todo a unos cuantos días de la entrada en vigor del T-MEC.
En su intento por victimizarse, la secretaria Sandoval declaró ayer que es atacada por cuestión de género, lo cual queda desacreditado pues los señalamientos de enriquecimiento no son sólo contra ella, sino contra el matrimonio que conformó con Ackerman.
Luego de tanto escarceo, en la opinión pública quedan serias dudas de por qué el matrimonio no se atreve a esclarecer el asunto, y con ello erradicar toda sospecha de corrupción que pudiera haberse generado.
Incluso hay morenos que piden a Irma Eréndira separarse indefinidamente de la Función Pública para permitir una investigación imparcial, y si es exonerada, regresar con su nombre completamente limpio.
Porque el hecho de que ambos se dediquen solamente a cuestionar a quienes los critican y a llamarse atacados por los enemigos del proyecto de nación en el que participan, no les ayuda en nada con respecto a la duda sobre sus bienes.
Hasta entre los más radicales existe a seguridad de que los inmuebles, que según la nota periodística original alcanzarían los 60 millones de pesos, no fueron obtenidos de una forma muy clara, pero de todos modos hay que defenderlos.
El escándalo le pega directamente al Presidente, pues cuando pida que la Función Pública investigar a cualquier funcionario, sea del régimen o no, ¿con qué calidad moral Sandoval va a presentar resultados confiables?
Independientemente de cómo termine este asunto, tanto ella como su esposo ya quedaron manchados y esa marca no se la podrán quitar ni aunque los exonerara su jefe, pues en el imaginario colectivo quedará grabado que se negaron a explicar sus riquezas.
Incluso, Ackerman se llevó un venenoso dardo de Alejandro Rojas Díaz Durán, aspirante a presidir Morena, quien en sus redes escribió: “varios gringos radicales en Latinoamérica terminan siendo infiltrados de la CIA para sabotearnos; cuidado con el John”.
Por esa razón es que todo mundo piensa que al académico le salió el tiro por la culata.
CENTAVITOS
México rebasó ayer oficialmente los 208 mil 392 contagios y los 25 mil 779 muertos por la pandemia de COVID-19, con lo que entra al top de los países más afectados; en Palacio Nacional presumen que el gobierno evitó la explosión de contagios.