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Acarreo en Morena previo a mitin en Tlatelolco

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AGENCIA

Nacional.- En un evento que pretendía marcar el cierre de su gira por todo el país, la nueva dirigencia nacional de Morena, encabezada por Luisa María Alcalde y “Andy” López Beltrán, convocó a un mitin en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, en pleno corazón de la Ciudad de México. Sin embargo, lejos de reflejar un fervor popular genuino, la jornada dejó al descubierto las mismas prácticas que tanto criticaban cuando eran oposición: los acarreos.

Miles de personas llegaron en autobuses y microbuses, traídos por diputados, senadores, alcaldes y dirigentes locales, en lo que más parecía un desfile de transporte organizado que una manifestación de apoyo espontáneo. Los asistentes llegaron desde diversas delegaciones, como Xochimilco, Tlalpan y Miguel Hidalgo, pero su entusiasmo era escaso, lo que resultó en una atmósfera desangelada bajo el inclemente sol de la tarde.

El evento, que pretendía mostrar el respaldo popular a la 4T, se desmoronó rápidamente ante la indiferencia de los convocados. Un joven con la camiseta de Morena, claramente incomodado por las altas temperaturas, dejó en claro lo que muchos pensaban: “Yo nada más paso lista y me tomo una foto y me voy. Está bien pinche (intenso) el calor”, comentó sin ocultar su cansancio.

Lo que la dirigencia de Morena denominó “movilización espontánea social” no era más que una repetición de las viejas prácticas del PRI, con el acarreo como principal herramienta. No importa cuántos estribillos y canciones de campaña se cantaran para alabar al presidente Andrés Manuel López Obrador y a los nuevos líderes, la falta de entusiasmo y el evidente cansancio de los asistentes dejaban claro que, más que una manifestación de apoyo, se trataba de una obligación disfrazada.

Mientras se acercan las fiestas navideñas y las festividades del 12 de diciembre, los esfuerzos por conseguir apoyo con métodos tradicionales reflejan la desconexión del partido en el poder con la verdadera voluntad popular. Morena, que llegó al poder con la promesa de un cambio, parece haber caído en las mismas tácticas de acarreo y movilización forzada que tanto criticó cuando era oposición. En lugar de fortalecer la democracia participativa, este tipo de prácticas solo refuerzan la desconfianza en la política nacional.

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