De la redacción
El Buen Tono
Fortín – El caos vial en las principales calles y avenidas del municipio es una muestra clara del desinterés y corrupción de Gerardo Rosales Victoria, quien no solo abandona su responsabilidad como presidente municipal, sino que utiliza su cargo para intereses personales.
Mientras las calles del municipio están destrozadas y en condiciones lamentables, el alcalde se dedica a enamorar y hasta embarazar a sus empleadas, desviando los recursos públicos que deberían destinarse a resolver el colapso vial.
Los negocios turbios no se limitan al mandatario municipal; el director de Obras Públicas, Enrique Gaspar Falcón, también ha sido señalado como cómplice en este saqueo descarado. En lugar de rehabilitar las vialidades, los fondos desaparecen, y las obras brillan por su ausencia. Por su parte, el Secretario del Ayuntamiento, Osmar Martínez Vázquez, quien tendría que ser la cara visible cuando el mandatario municipal se ausenta, se ha convertido en un personaje incapaz de solucionar algo. Los fortinenses, en lugar de encontrar respuestas, solo reciben excusas y promesas vacías.