Córdoba.- No hay plazo que no se venza, ni deuda que no se cumpla y para todos aquellos afortunados que “encontraron” el muñeco en la Rosca de Reyes tendrán que cumplir con los tamales y el atole este Día de la Candelaria.
Sin embargo el festejo va más allá de la ingesta de alimentos, es una fiesta que se remonta a la antigua Roma, donde la procesión de las candelas formaba parte de la fiesta de las Lupercales.
De acuerdo al calendario o santoral católico, el 2 de febrero recuerda al pasaje bíblico de la Presentación del Niño Jesús en el Templo de Jerusalén justo a los 40 días de nacido y que acompaña a la purificación de la Virgen María después del parto, para cumplir con la Ley del Antiguo Testamento.
La fiesta es conocida y celebrada con diversos nombres: la Presentación del Señor, la Purificación de María, la fiesta de la Luz y la fiesta de las Candelas; todos estos nombres expresan el significado de la fiesta. Cristo como la Luz del mundo que viene a iluminar a todos como la vela o las candelas.
PRESENTACIÓN
DE NIÑOS
A pesar de que en diversos puntos del mundo donde se conmemora el Día de la Candela, la celebración varía de acuerdo a la cultura, sin embargo se acostumbra que el padrino o madrina debe levantar al Niño del pesebre del nacimiento, donde se colocó el 24 de diciembre luego de arrullarlo, ya levantado se tiene que vestir y posteriormente ofrecer una comida principalmente basada en tamales, atole o chocolate.
Desde la segunda semana de enero, comerciantes de los mercados iniciaron la venta de las vestimentas de los Niños Dios, que como lo marca la tradición deberán de presentarse tres años consecutivos. El primer año la figura es un bebe, de 40 días, el segundo año algunos consideran la fecha como su bautizo y por ello lo presentan sentado vestido de blanco, para su tercer año se viste del santo o figura del agrado de la persona.
Según la creencia popular, se deben cumplir los tres años consecutivos para recibir el “milagro” solicitado, ya sea en salud y prosperidad. Los comerciantes aseguran que por ello los vestidos más demandados continúan siendo el Niño Doctor, Divino Niño, Niño de las Suertes, de ángel y actualmente alguno que simule al Papa Francisco, relacionándolo con su próxima visita.
Aunque el costo por la vestimenta puede superar los 500 pesos- dependiendo del número de accesorios y calidad de los vestidos-, los fieles creyentes buscan mantener viva la tradición. A pocas horas del festejo se puede ver por las calles de la zona comercial de la localidad, mujeres y familias enteras cargando sus figuras para llevarlas a vestir.
Este martes en las 47 parroquias de la Diócesis de Córdoba y de los diferentes puntos se ofrecerán misas especiales para la bendición de los Niños, una vez cumplido con el ritual la figura será llevada a los hogares de los creyentes para colocarla en un altar, donde permanecerá hasta el mes de diciembre.
CHOCOLATES
Y TAMALES
Aunque no existen textos que den explicación del por qué se ofrecen tamales, atole y chocolate para celebrar el Día de la Candelaria, existen algunas versiones que señalan que al menos en México, la celebración religiosa se conjunta con las creencias prehispánicas como lo marca el calendario Azteca.
En las versiones de los textos de fray Bernardino de Sahagún señala que la celebración se adoptó debido a que en muchos pueblos los habitantes llevaban a la iglesia mazorcas para su bendición a fin de sembrar sus granos en el ciclo agrícola que inicia, pues el 2 de febrero coincide con el undécimo día del primer mes del antiguo calendario azteca, cuando se celebraba a algunos dioses tlaloques.
TLACOTALPAN
La festividad de la candelaria, en México llena de fiesta lugares como San Juan de los Lagos, Jalisco,Tlacotalpan, Veracruz,La Candelaria, Campeche,Zumpango del Río, Guerrero,Tacubaya y Mixcoac, ciudad de México. En Tlacotalpan se dedican 12 días de fiesta patronal, este año la feria de la Candelaria inició desde el pasado 29 de enero y culminará el 9 de febrero. El punto clave de la celebración se centra con el recorrido de la Virgen de la Candelaria por el río y la presentación del Niño en el Templo. Para los tlacotalpeños la celebración va más allá del ritual religioso.
