Por: TOMÁS GONZÁLEZ JIMÉNEZ / columnista
El cinismo y la desfachatez de la clase política del Estado de México, quiere seguir sosteniendo la monarquía hereditaria, a pesar del gran descontento que existe en aquella Entidad Federativa, donde continúa aumentando la pobreza y la desigualdad.
Ya la han gobernado el abuelo, el papá, el primo, el tío, es decir, toda la realeza de la monarquía atlacomulqueña, quienes como tales han vivido y viven como reyes, mientras el pueblo se sigue debatiendo en la pobreza, pues entre ellos se han ido cubriendo toda la corrupción e impunidad que ha imperado, pues sólo basta revisar las reseñas periodísticas de años atrás, para saber todo lo que ha ocurrido en ese Estado.
El triunfo que se está agenciando el Partido Revolucionario Institucional, sencillamente de ser así, es el producto de todas las irregularidades que sucedieron, donde el Instituto Nacional Electoral ni la Fepade, en ningún momento pusieron inmediata atención, dejando correr las situaciones para, supuestamente, favorecer a la monarquía reinante, al grado que si hacían algún pronunciamiento, inmediatamente después decían lo contrario.
Muchos factores intervinieron para declarar que esa elección fue un fracaso electoral, por la intervención de los Gobiernos Estatal y Federal, ratificando así lo corrupto que siempre ha sido el Partido Revolucionario Institucional desde su fundación, donde siempre ha habido muchísimo dinero, utilización de programas sociales, amenazas, violencia, es decir, a todas luces viene siendo una elección de estado para sostenerse en el poder.
Ante estas situaciones ya es necesario que se ponga un hasta aquí, pues en esa Entidad como en otras muchas de la República, suceden todas esas irregularidades electorales, y hasta hoy se siguen con esas prácticas corruptas y por consiguiente gobernantes corruptos que todo lo ensucian, y las consecuencias como siempre las sigue pagando el pueblo.
Desde hace años se viene luchando por cambiar las cosas, pero desafortunadamente se siguen imponiendo Gobiernos Municipales, Estatales y Federales corruptos con individuos que jamás les ha interesado el pueblo, al que mantienen en la ignorancia.
Aunque parece que hay una apariencia de que se trata de combatir la corrupción y la impunidad, pero la población ya no cree en la justicia, pues muchos entran a la cárcel y al otro día salen, pagando una buena fianza y quedándose con el grueso de la fortuna mal habida y a disfrutarla, y a otros ni siquiera los han tocado, burlándose y riéndose del pueblo a quien sólo le llegan las migajas.
¿Qué irá a pasar en el 2018? Es la gran incógnita del pueblo mexicano ante un panorama incierto.
