A casi tres meses de la trágica muerte del sacerdote Marcelo Pérez Pérez, su familia y activistas han alzado la voz para exigir a las autoridades estatales y federales avances en la investigación. El sacerdote, conocido por su lucha por la paz y su denuncia contra los nexos del narcotráfico con políticos locales, fue asesinado el 20 de octubre de 2024 en San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
A pesar de que las autoridades aseguran que están realizando su trabajo, los familiares del padre Marcelo y activistas no han visto avances tangibles en el caso. Romeo Pérez, hermano del sacerdote, expresó su preocupación: “Lo único que hacía mi hermano era exigir la paz. Su único delito fue exigir justicia y paz para todos, en San Cristóbal, Chiapas y el mundo”, mencionó, añadiendo que las autoridades no han proporcionado información clara sobre el progreso de las investigaciones.
En este contexto, activistas y residentes de la comunidad también exigen el esclarecimiento de otros 11 asesinatos de defensores de la paz ocurridos en 2024, presuntamente perpetrados por grupos criminales que operan en la región, en el marco de la creciente violencia vinculada al crimen organizado.
El 16 de enero, fecha en la que el padre Marcelo celebraría su 52 cumpleaños, una marcha-peregrinación recorrió las calles de San Cristóbal de las Casas, uniendo a feligreses, amigos, familiares y activistas que recordaron la vida y el legado del sacerdote. La caminata, que recorrió tres kilómetros, culminó en el barrio de Cuxtitali, donde fue asesinado, y en el sitio se instaló una mesa con flores, velas y una imagen simbólica de Marcelo.
Con pancartas y consignas contra la violencia y la inseguridad, los participantes exigieron que el Gobierno federal y las autoridades locales pongan fin a la creciente violencia generada por la lucha entre grupos del narcotráfico en la región. Según activistas, los cárteles de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación y otros grupos autodenominados como el Cártel de Chiapas y Guatemala son responsables de la disputa por el control de la frontera sur de México, intensificando los asesinatos y desplazamientos forzados en la zona.
Al concluir la marcha, se celebró una misa en memoria del padre Marcelo y de las otras víctimas de la violencia en la región, mientras la comunidad continúa luchando por la justicia y la paz en Chiapas.
