Orizaba.- Un hombre que horas antes había ingerido grandes cantidades de raticida –por motivos que hasta el momento se desconocen-, perdió la vida tras ingresar al Hospital Civil de Río Blanco, la madrugada de ayer.
Autoridades del Ministerio Público certificaron el deceso de quien en vida llevó el nombre de Miguel Islas Gaspar, de 23 años, con domicilio en la congregación de Chicola II en Ixhuatlancillo.
Según señala el parte emitido por socorristas de la Cruz Roja, ayer alrededor de las 01:40 horas, recibieron una llamada de auxilio para una persona que había intentado suicidarse y estaba en su vivienda causando desmanes en Ixhuatlancillo.
En cuestión de minutos, los paramédicos de la benemérita institución arribaron y hallaron a Miguel Islas, sangrando del rostro y se encontraba alterado.
Su pareja sentimental, refería que el hombre había llegado a la casa y sin más, comenzó a beber raticida, por motivos desconocidos, aunque se habla de una pelea entre la pareja y una fuerte depresión del alarife.
Al comenzar a sentir los espasmos en el estómago por el envenenamiento, el hombre comenzó a deambular y caer en varias ocasiones, golpeándose contra la mesa en el rostro, por lo que se había provocado una herida de aproxima-damente diez centímetros en la frente.
El presunto suicida fue controlado por los propios familiares y por los soco-rristas de Cruz Roja, para luego, ser llevado en la ambulancia al Hospital Civil en Río Blanco. Horas más tarde y a pesar de los esfuerzos de los médicos, el alarife Miguel Islas Gaspar, fue declarado muerto, por lo que arribó personal del Ministerio Público a levantar oficialmente el cadáver e iniciar con las investigaciones.
Hasta el cierre de la información, ninguno de los familiares había reconocido oficialmente los restos para pedirlos y darles sepultura, en tanto se continuaba realizando la necropsia para conocer las causas del deceso del albañil por lo que se inició con las indagatorias y saber lo que orilló a este joven a acabar con
su vida.
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