Amatlán.- En días pasados quedaron instalados los filtros en la planta recicladora “CRHISA” de la localidad Paraje Nuevo y se eliminó la descarga de desechos químicos a un arroyo, dieron a conocer integrantes de la comisión de vecinos, quienes firmaron un convenio con los directivos de la empresa para que suspendiera sus actividades y reiniciara una vez que se tomaran las medidas para evitar las afectaciones a los vecinos.
Aunque todavía persiste olor leve a aceite quemado, los pobladores confían que esta situación quedará subsanada y también señalaron que la empresa construyó una fosa para descargar sus residuos químicos, por lo que ya no serán dirigidos al arroyo El Jabalí, que conecta con el río Atoyac.
La compañía “CRHISA” se ubica en el camino a la localidad Santa Ana, en la colonia Santa Cecilia, de Paraje Nuevo, donde el mes pasado los pobladores se manifestaron y bloquearon la entrada a las instalaciones para impedir que continuara operando.
Marcela Rivera, integrante de la comisión que firmó el acuerdo con directivos de la empresa y autoridades municipales, explicó que “el pasado lunes se instalaron los filtros, ahora se va a trabajar con diésel, y los filtros llevarán carbón activado para la filtración del humo de la combustión”.
Admitió que a pesar de que todavía se percibe un poco el olor a aceite, éste ya es mínimo, y se prevé que sea erradicado por completo.
Asimismo, sobre las descargas residuales que la compañía vertía en una zanja, así como al arroyo El Jabalí y el río Atoyac, Marcela Rivera aseguró que ahora la recicladora “construirá en su terreno una fosa para que ahí descargue sus residuos químicos y ya no contamine el arroyo. Ese fue otro de los puntos en el que estuvimos de acuerdo y ahora el agua ya no cae al río”.
Indicó que el próximo 6 de mayo se realizará una reunión del comité para evaluar las condiciones en las que seguirá operando la compañía recicladora, donde se prevé que haya presencia de los medios de comunicación a fin de que la población se encuentre enterada de los avances que se vayan logrando en cuanto a la solución de este problema.
Cabe mencionar que la inconformidad de los vecinos era porque el olor a aceite quemado que maneja la recicladora llegaba a la mayoría de los hogares a todas horas, provocando malestares como mareos, náuseas, dolor de cabeza, irritación en garganta y oídos, así como sensación de vómito e incluso 3 mujeres embarazadas presentaron afectaciones, y dentro de los acuerdos que logró la comisión de vecinos se tomó la decisión de que la empresa otorgara atención médica a los afectados.
Antonio Osorio
El Buen Tono