El comportamiento del Síndico, durante su encuentro con los ciudadanos que esperaban cumpliera su palabra de cesar a tres funcionarios corruptos, quedó claro la mañana
del viernes.
Su verdadero compromiso es con Armel Cid, el mal alcalde golpeador que enfrenta un proceso penal por lesiones provocadas a golpes y patadas a una mujer, su pareja sentimental.
¿Por qué no cesar al Director de Obra Pública, Martín García, si es clara su ineptitud, su falta de compromiso con el pueblo, y su preparación como servidor público? Porque es amigo, desde la infancia, del alcalde golpeador, y porque además, cumple la función básica de un director de Obras Públicas corrupto: robar, del erario público, lo más posible a través de malas obras y de contratos leoninos con constructores que se prestan a estos delitos contra el pueblo.
Y, ¿qué hace, en lugar de cumplir con el pueblo el actual Síndico encargado del despacho de la Presidencia municipal? Proteger los intereses de Armel, protegiendo al director de Obras Públicas.
Así lo interpretamos, así lo entendemos. Y si no… ¿Por qué no cumplir con el pueblo de Fortín?
DE LA REDACCI”N
El Buen Tono