El problema no son las leyes, el problema somos todos nosotros y nuestra tolerancia hacia la impunidad.
Esta corrupción es incompatible con el progreso y el bienestar, y no sería posible sin la tolerancia y complicidad de amplias capas de la sociedad.
La tolerancia se produce cuando de alguna forma, el ciudadano se cree favorecido por la corrupción o cuando el poder está tan concentrado y es tan absolutista, que el ciudadano se ve impotente.
Recuerden a Paco Porpillo golpeando estudiantes. ¡Qué cobarde!
Durante la época de la burbuja priista se dieron las dos condiciones.
Una pandilla de banqueros y políticos poderosos puso en marcha toda una política económica especulativa basada en la burbuja del petróleo y en el dinero fácil que llegaba de préstamos del Banco Mundial.
Al amparo de esta política se produjo un crecimiento de la clase media que por supuesto apoyaba a estos bandidos.
Y también se dio el apoyo más a personas implicadas en casos de corrupción por parte de grandes sectores de la población.
Así creció el cáncer en todos los rincones de nuestra sociedad.
El problema viene cuando esta burbuja explota y se convierte en “una mega devaluación” y estas clases medias se empobrecen.
Es en este momento cuando la sociedad en general se va dando cuenta que este camino sólo beneficia a unos pocos y perjudica a todos.
Hoy, en el 2013, nos encontramos con unas “instituciones podridas”, una población poco preparada y una inseguridad que nos ahoga.
Esto no es una crisis, esto es un robo. Será imposible empezar sobre bases nuevas si dirigen los mismos y no les exigimos responsabilidad a los que nos han llevado hasta este debacle.
Aún podemos levantar este país. Pero con seriedad. Empezando porque los responsables paguen por lo que han hecho para conseguir una regeneración de toda la clase dirigente.
Empezando por el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán que tanto daño le hizo a Veracruz con sus saqueos. Debe pagar y no quedar impune.
Necesitamos un cambio profundo que permita volver a empezar desde una base sana y con personas nuevas y limpias.
¿A qué esperamos para echar a todos los políticos a la calle?
El ejemplo viene de la sierra de Guerrero, donde ya son 7 poblados, los que montaron su propia Policía de seguridad y empezaron a correr al crimen organizado, patrocinado desde la capital del estado.
Es increíble ver como sacó sus armas la población y apoyados por sus alcaldes, empezaron a sacar criminales de sus pueblos.
Recordemos que secuestraron a un Comisariado Ejidal, y los ciudadanos se fueron contra los criminales y les dijeron, “queremos al Comisariado o vamos a matar a los familiares de los secuestradores, porque ya sabemos quienes son”. Y no les quedó otra que regresar al Comisariado.
Da gusto ver lo viriles, lo machos que son estos indígenas y cómo se unen para defender a sus familias, su vida y a sus vecinos.
Es increíble que esto pase aquí en México.
Me tienen apantallado, porque veo con tristeza, que en Veracruz falta virilidad, puro mariqueta que no defiende sus derechos.
Voy a contar una controversia que tuve por el periódico, con el sub procurador de esa época Abraham Becerril, pues yo, a través de Canacintra Nacional solicité al Ejército que nos permitiera portar armas a los empresarios que por cosas de trabajo salíamos mucho y éramos asaltados para robarnos dinero o vehículos, y que, con licencia para portar armas, el crimen organizado tendría más cuidado de asaltar pues al saber que íbamos armados, se les iban a “arrugar los coyoles”, como cobardes que son, pues sólo ellos armados, son muy valientes, pero ya enfrentarse a otro armado, la cobardía los haría desistir de asaltarnos.
El ex subprocurador Abraham Becerril, puso el grito en el cielo y dijo que estaba loco, que cómo íbamos a ir armados (lo tengo archivado).
Le respondí que no fuera tan ignorante, que en los EU la portación de armas para la defensa del hogar y de los derechos civiles, les autorizaba a los gringos a portar armas. Era derecho constitucional.
Que en nuestra zona, sólo portaban armas los asaltantes y nosotros estábamos indefensos ante los asaltos.
Pues contestó ofendido, que él no lo permitiría y otras lindezas más por el estilo. Palabra del subprocurador. ¿Por qué esa agresividad?
En esos días, la Policía poblana encuentra una bodega con 18 trailers robados a choferes que iban desarmados y la justicia vino de Puebla y no de Veracruz. Ni siquiera del sub procurador Becerril. Aquí el crimen organizado estaba confabulado con las autoridades y asaltaban a gente desarmada y con total impunidad, pues la Justicia de Fidel Herrera, “La Nauyaca Venenosa”, los protegía y cobraba por protección.
Tan es verdad, que esa bodega con 18 trailers, estuvo cerrada por más de medio año y no pasó nada, nunca se supo de los asaltantes ni de sus cómplices en el gobierno de “La Nauyaca” y los periódicos callaron con los buenos sobornos que daba el Fidelio de la Fidelidad.
Después entendí el recelo del ex subprocurador, a que portáramos armas para nuestra defensa. Y no era otro, que se acabarían los asaltos a indefensos desarmados, cometidos por cobardes escondidos atrás de una pistola y de la impunidad y sin que uno pudiera defenderse.
La Justicia en manos de gente de la peor ralea que roba y calla.
Así está la corrupción en Veracruz. Y nos pasa por mariquetas, por no saber defender nuestros derechos, a nuestras familias.
No me cansaré de repetirlo, gracias a El Buen Tono, el mejor periódico de Veracruz y de media República, porque deja que nos expresemos de los asaltos a los que hemos sido sometidos y que no deben olvidarse.
Si esto que escribo fuera mentira que no tuviese sustento, El Buen Tono, no nos dejaría publicar mentiras. Proceso habla mucho de esto.
Gracias a José Abella, por tener los “viriles bien puestos” y trabajar por su ciudad y su zona. Porque ya le incendiaron el Periódico (gente armada, contra gente indefensa, se repite lo que quería Becerril) y no se le ha hecho justicia, porque no la hay. Eso demuestra mi apreciación de que el procurador está coludido con los incendiarios, pues a más de un año de haber entregado pruebas y fotos, no se ha hecho justicia.
Este procurador y el anterior Emeterio López Márquez, son lo mismo, están coludidos y con ellos los subprocuradores como Abraham Becerril.
Así es que mis queridos amigos, guarden su cobardía y piensen que este ejemplo de los paisanos de Guerrero, se va a extender por toda la República Mexicana, donde la justicia está tan mal como la de Guerrero, y la de Veracruz, deja mucho que desear.
Zongolica, con su alcaldesa y la ciudadanía, decretaron estado de sitio en las noches, contra vándalos que roban y hacen destrozos, así que no tardan en tener su propia Policía ciudadana, para defenderse de los malandros que amenazan a sus habitantes.
Y de ser así, se extenderá por toda la sierra.
Aprendamos virilidad de los indígenas, que más pobres, saben hacer valer sus derechos y aquí, estamos medio “apendeixados” y acobardados y todo lo damos por bien hecho. Y somos tan mariquetas, que todavía saludamos a las autoridades corruptas.
Por ello, considero que si este país tiene gente tan cobarde, lo único que nos queda, es que “los militares den un golpe de estado”, porque ellos si tienen el valor del patriotismo que le falta a nuestros políticos y los echen a la calle o los maten para que dejen de seguir robando.
Los soldados, como los sacerdotes de la Iglesia Católica, trabajan por el pueblo sin esperar nada a cambio.
Termino con un chiste local. Hace tanto frío, que he visto a políticos, con las manos “en sus propios bolsillos”. Y no lo podía creer.
Amén.