Yanga.- Lleno de graffitis, con juegos destrozados y grupos de estudiantes que día a día arruinan aún más este espacio familiar, así es como luce el parque del Negro Yanga, mismo que ve pasar los años sin que ninguna autoridad invierta en una remodelación a fondo y aproveche la impresionante vista que ofrece.
Comerciantes y usuarios del lugar lamentan el descuido que reina en el parque, sobre todo, porque consideran que es una zona que podría ser un atractivo turístico dentro del marco de la historia de la abolición de la negritud.
“Son años de trabajar aquí y sólo vemos cómo el lugar va en decadencia, los juegos sin pintura y muy inseguros, lugares graffiteados; y aunque sigue siendo un lugar familiar y muchas personas de los pueblos vienen a comer aquí o a disfrutar de una buena tarde, la verdad es que también hay muchos jóvenes irresponsables que vienen a fumar y tomar, haciendo sus necesidades en cualquier lado de este parque, y algunos hasta aquí se esconden cuando roban alguna auto-parte”, denunció una comerciante de frutas y dulces en el lugar, que prefirió el anonimato.
Según los comerciantes del lugar, el parque es un atractivo para personas de diferentes pueblos como son San José del Corral, Omealca y Cuitláhuac, sin embargo, “está muy descuidado y olvidado”.
“Sí hay jardineros y gente que limpia, pero no es suficiente, este lugar está olvidado, deberían adecuarlo para que fuera un atractivo turístico, un lugar al que toda la gente vinieran para conocer la historia del Primer Pueblo Libre de América; de hecho cuenta con un tipo de foro donde podrían realizar eventos artísticos, sin mucha inversión, sólo apoyar la generación de un concepto, este lugar cambiaría mucho”, dijo Luisa, una empleada de la zona.
Y mientras alguna autoridad decide atender al lugar para promover su remodelación, los niños siguen jugando en columpios rotos y pasamanos rodeados por un charco de lodo, además de un puente colgantes destruido y un sinfín de palabras inadecuadas adornan el espacio recreativo que tiene varios años de su creación.
JosÈ Vicente Osorio
Vargas
El Buen Tono