Orizaba.- A ocho años del crimen y violación de la indígena Ernestina Ascensio Rosario, en la que presuntamente estuvieron involucrados elementos del Ejército Mexicano, el médico forense Juan Pablo Mendizábal Pérez ratifica: “De acuerdo a la necropsia que le practiqué a Ernestina, murió por la brutal golpiza que recibió, aunado al ataque sexual de la que fue objeto”.
El homicidio de Ernestina Ascensio Rosario ocurrió el 26 de febrero de 2007 en la comunidad de Tetlatzinga, municipio de Soledad Atzompa, en la sierra de Zongolica, a unos 100 metros de donde elementos del Ejército tenían un retén. A ocho años de su muerte hasta la fecha ninguna autoridad ha esclarecido estos hechos.
Al ser entrevistado en sus oficinas, el galeno añadió: “Lástima que ya no estén en funciones el ex Presidente de la República Mexicana, Felipe Calderón, y el ex presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, José Luis Soberanes Fernández, pues según ellos informaron en ese entonces que la muerte de Ernestina fue a causa de una gastritis crónica o parasitosis, lo cual fue totalmente
una mentira”.
El citado médico forense estuvo en el ojo del huracán, luego de informar que la mujer indígena había fallecido a consecuencia de un probable traumatismo craneoencefálico, además de que fue violada.
Refiere que los resultados que entregó a sus superiores le trajeron un sinnúmero de problemas y acoso laboral, al grado de que las autoridades de la Procuraduría de Justicia del Estado pretendió inhabilitarlo, pero enfatizó, “Yo siempre he trabajado con apego a derecho y dentro de los lineamientos institucionales”.
Al cuestionarlo acerca de sí señaló a los soldados como los autores materiales de este brutal asesinato y violación, afirmó “Jamás hice un señalamiento en contra de los militares, pues no soy investigador. Mi única función es la de practicar autopsias a las personas que llegan a fallecer por algún tipo de violencia, tal y como lo hice con la señora Ernestina”.
El doctor Juan Pablo Mendizábal Pérez, con un semblante tranquilo y confiado de que siempre actuó conforme a derecho, defendió su posición acerca de que en el cuerpo de Ernestina se encontró abundante semen tanto, en la vagina como en el recto, el cual dio positivo en las pruebas periciales correspondientes para enzimas prostáticas y cromosomáticas, que son exclusivas del sexo masculino.
Leobardo Lima
El Buen Tono
