“El mundo de la fe está cambiando, quizá hoy se vive la más profunda crisis católica y cada vez menos gente quiere ser sacerdote o monja, todos estos movimientos aprovechan para captar nuevos adeptos, la gente menos favorecida ha caído ahí”, dijo Christian Díaz, director.
“La sociedad confía menos en las instituciones, no solo la religiosa, sino las instituciones del gobierno, no se procura un bienestar común y eso promueve que la gente termine en estas prácticas, por desesperación o falta de apoyos”, agregó el novel cineasta
sobre la historia.
La película pone en pantalla la desesperanza de un joven que busca salir avante de sus problemas, quien en la desesperación se acerca a un centro de fe fraudulento, e intenta convertirse en pastor, “este personaje es como muchos de nosotros, busca salir adelante”,
dijo Harold Torres.
“El problema es que no es por el camino adecuado, González está desesperado, y eso lo hace tomar el camino de convertirse en uno de estos hombres, un charlatán. El asunto aquí es que no se cuestionan las creencias, sino el abuso sobre la fe de las personas”,
agregó Torres.
González, Falsos profetas llegará el 27 de febrero a más de cuarenta pantallas, pero aún continúa su recorrido en festivales de cine; de hecho, la historia pisará los festivales de California y Suiza, a donde acudirá parte de la producción.
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