Ciudad del Vaticano.- Varios indigentes hicieron fila este lunes cerca de la Plaza de San Pedro para aprovechar la iniciativa caritativa más reciente del papa Francisco: una ducha y afeitada para los menos afortunados.
Mauro Casubolo, de 49 años, fue uno de los primeros cuando la barbería del Papa abrió los baños públicos cerca de la Columnata de Bernini. Todavía tenía la barbilla irritada por la afeitada su primera en tres semanas pero estaba
agradecido.
“Es hermoso lo que ha hecho por nosotros, especialmente los que vivimos en la calle, porque si quieres salir a buscar trabajo puedes venir aquí y darte una ducha”, dijo. El encargado de las limosnas del papa Francisco, monseñor Konrad Krajewski, ha dicho que el proyecto es necesario porque muchas veces las personas rechazan a los desamparados por su apariencia y mal olor.
Los barberos trabajan de voluntarios en sus días de descanso, así como alumnos de una escuela local de cosmetología que donan su tiempo y algunas hermanas de órdenes religiosas y otros voluntarios.
Tenía curiosidad”, dijo después de recibir las instrucciones de los organizadores el lunes.
Casubolo dice que sobrevive con lo que recibe de organizaciones caritativas locales, pero que lo que más desea es un empleo.
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