
MICHIGAN, EE. UU. — Con una multitud de seguidores reunidos en Michigan, el expresidente Donald Trump conmemoró esta semana los primeros 100 días de su nuevo mandato al frente de la Casa Blanca, en un discurso marcado por la exaltación de sus políticas, las críticas a sus opositores y una retórica cargada de confrontación.
“No hemos hecho más que empezar“, declaró el mandatario republicano de 78 años, quien calificó este periodo como los “cien días más exitosos de la historia estadounidense”. Durante su intervención, Trump repasó sus principales ejes de gobierno, entre ellos, la migración, la política comercial y el papel de Estados Unidos en el escenario internacional.
Migración, seguridad y deportaciones
Uno de los temas centrales del discurso fue el endurecimiento de la política migratoria. Trump aseguró haber logrado “la frontera más segura” de la historia del país. Según datos oficiales, su administración ha deportado a más de 139 mil personas desde el 20 de enero. Entre las medidas más controversiales se encuentra la aplicación de la ley de enemigos extranjeros, usada anteriormente solo en tiempos de guerra, para facilitar deportaciones de presuntos pandilleros.
Trump también anunció que ha designado como organizaciones terroristas a seis cárteles mexicanos, la pandilla MS-13 y la banda venezolana Tren de Aragua, citando investigaciones del FBI que las vinculan con actos de violencia en territorio estadounidense.
Críticas al sistema y promesa de una nueva “edad de oro”
El presidente no escatimó en críticas hacia distintos sectores: calificó a los medios de comunicación de “mentirosos”, a algunos jueces de “comunistas” y cuestionó el desempeño del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell. Además, mantuvo su discurso proteccionista, augurando una “edad de oro” económica basada en la producción nacional y la imposición de aranceles, algunos de ellos del 145 % contra China.
Aunque parte de su base celebra estas decisiones como señales de liderazgo firme, diversos sectores han manifestado preocupación, especialmente por el impacto económico de las medidas comerciales y los efectos en la clase media.
Popularidad polarizada y panorama incierto
A pesar del entusiasmo mostrado por sus seguidores, los índices de aprobación de Trump han caído, de acuerdo con varias encuestas recientes. La opinión pública se encuentra profundamente dividida: mientras unos ven en su gestión un cambio necesario, otros expresan decepción y desconcierto.
El presidente ha firmado más de 140 decretos ejecutivos, muchos de los cuales enfrentan desafíos legales. Su enfoque, que ha incluido una reducción de la burocracia federal y una colaboración con figuras como Elon Musk, ha transformado de manera significativa el estilo de gobierno tradicional en EE. UU.
Con frases como “Lidero el país y el mundo“, Trump continúa proyectando una imagen de poder centralizado en su figura. En su entorno, incluso ha resonado la idea de un hipotético tercer mandato, a pesar de que la Constitución lo prohíbe.
Mientras tanto, el país observa con atención los efectos de sus decisiones, en un ambiente político y social marcado por la polarización y la incertidumbre sobre el rumbo que tomará la primera potencia mundial.
